La palista ceutí del Club Los Delfines, Isa Contreras, disfruta de unas merecidas vacaciones que aprovecha para estar junto con su familia y amigos en Ceuta. Está a un paso de participar de nuevo en unos Juegos Olímpicos en París 2024, pero antes tendrá que ganar en un selectivo en el mes de abril.
Contreras cumple cada año con las expectativas y es una de las grandes referentes del deporte en nuestra ciudad. Siempre aparece en los momentos oportunos y deja el nombre de Ceuta en lo más alto de la modalidad de piragüismo.
Pero detrás de esta deportista nata hay una mujer que echa mucho de menos tanto a su familia como a su ciudad natal. “Ya tenía ganas de tener unos días de vacaciones. El año se hace largo y la verdad es que solo tengo fechas concretas y pocos días para poder venir. Ahora que ha terminado la temporada es cuando más tiempo puedo pasar en Ceuta para poder estar con familiares y amigos”.
Todos los éxitos son precedidos por unos comienzos y Contreras empezó desde niña. Un rato de diversión después de las clases y sobre todo el poder estar con los amigos practicando un deporte.
“Recuerdo perfectamente mis inicios porque empecé buscando un deporte, sin buscar obviamente ni la competición ni lo que busco hoy en día como son los Juegos Olímpicos. Fue a través de una excursión con el colegio, se apuntaron tanto mi hermana como mis primos por lo que yo también quería ir a esa excursión. Para mí era como un juego hasta que empezamos compitiendo a nivel nacional y eso fue lo que despertó en mí las ganas de competir, de ver el piragüismo de otro modo a como lo había vivido hasta ese momento que era disfrutar, jugar y pasarlo bien con los amigos”, señala.
Y es que para Contreras todo nació como un juego de niños. Solo quería estar al lado de sus amigos ya fuera haciendo deporte o yendo al cine. “Mi niñez está relacionada con el piragüismo. Hicimos un grupo de amigos que lo único que queríamos era divertirnos. Al igual que estábamos aquí en el club, luego salíamos e íbamos por ejemplo a comer un bocadillo o al cine. Así fue durante unos años hasta que me di cuenta de que la competición también era un motivo para subir y ponerme a entrenar. Pero eso es una cosa que te la va dando la edad, vas madurando y te vas dando cuenta que nunca dejas de pasártelo bien cada vez que lo realizas”, detalla.
Para llegar al éxito hay que ser feliz con lo que se realiza cada día. Levantarte con una sonrisa y trabajar en lo que te gusta es clave para llegar a la cima. Contreras ha sentido eso desde pequeña y ha sido la parte esencial para progresar. “Sobre todo es esencial cuando es un deporte tan duro como el piragüismo. Por ejemplo cuando te levantas en invierno con el frío y tienes que meterte en el agua o lloviendo, la verdad es que te tiene que gustar mucho para aguantar. Siempre digo que el día que deje de disfrutar, lo dejaré. Al final lo aguantas porque te gusta y dentro de todo lo mal que lo pasas te recompensa”.
Aunque para Contreras no todo ha sido un camino de rosas. Ella es consciente de que ha tenido que renunciar a muchas cosas para competir al máximo nivel. “Hay momentos que obviamente cuesta un poco más. Ahora que estoy en Madrid, hay muchas veces que me gustaría estar con mi familia aquí en Ceuta. Pero al final piensas que todo compensa, piensas que el objetivo está en alguna prueba que se tiene meses más adelante, al final siempre buscas el valor del por qué estoy sacrificando tanto y no estar pensando continuamente si me compensa más esto o lo otro”.
Contreras sabe que su familia la echa en falta como ella a ellos. A pesar de que no se lo digan continuamente es consciente de que es así. “Creo que al final ellos lo llevan igual que yo. Les compensa que soy feliz haciendo lo que hago, que yo tengo unos objetivos marcados y cuando los consigo pues ellos también lo consiguen. Creo que es un sufrimiento que compartimos a medias (ríe)”, destaca.
Es difícil que un deportista sepa ver a qué se hubiera dedicado si no hubiera llegado al nivel profesional. Es algo parecido lo que le ocurre a Contreras, aunque siempre ha pensado en ser bombera y es algo que hará una vez aparque el deporte al máximo nivel. “Al final si no me hubiera dedicado al piragüismo, me hubiera gustado trabajar en algo relacionado con el deporte. Tengo pensado una vez me retire del deporte a nivel profesional prepararme una oposición para el Cuerpo de Bomberos. Quizás si no hubiera sido deportista, pues es algo que hubiera empezado a prepararme años atrás porque siempre me ha llamado la atención”.
Al final ser un deportista profesional no es nada fácil. Renuncias a muchas cosas que te gustaría hacer como un ciudadano normal y lo haces para llegar al éxito. Contreras ha sufrido todo eso, sobre todo en los meses duros de invierno. “Lo más duro es que tú vives por y para la piragua. No solo eres piragüista las dos o tres horas que estás entrenando y remando, sino que eres piragüista las 24 horas del día: cuando vas a comer, a descansar… Entonces al final es duro todo. Igual un fin de semana te apetece salir y estar hasta tarde y sabes que al día siguiente tienes que entrenar por lo que te tienes que ir a descansar. O simplemente por la tarde ir a algún sitio y sabes que tienes que descansar porque es una parte fundamental en un deportista. Al final renuncias a tantas cosas que se te hace un poco duro todo. Y en cuestión del entrenamiento, lo peor que llevo es el invierno con el frío porque encima sabes que tienes que salir y mojarte”, confiesa a este periódico.
Una parte fundamental en el día a día de la ceutí es la psicológica. Su mente juega un papel súper importante para seguir en primera línea. “La parte psicológica juega un papel muy importante en mi día a día. Lo físico es el rato que entrenas, pero la psicológica son las 24 horas del día. Es pensar que el campeonato lo tienes de aquí a ocho meses y lo que hagas ahora aunque quede mucho te cuenta para ese día. Es el decir me voy a levantar de la cama aunque no me apetezca porque tengo que conseguir mi objetivo. Te hace fuerte pensar que aunque quede mucho, como no lo haga, lo voy a terminar pagando”, finaliza.
Isa Contreras es una persona muy familiar y ella reconoce que sin sus seres queridos jamás hubiera conseguido los logros deportivos que ha obtenido.
Contreras comenzó toda esta aventura gracias a dos primos suyos y un amigo, que como cualquier niño, iban a pasar un rato divertido en un deporte que no era tan conocido.
Una luchadora de los pies a la cabeza que siempre ha tenido muy presente de donde procede y que para llegar a los logros hay que ir siempre con los pies en el suelo.
Isa Contreras lleva toda su trayectoria en el Club Los Delfines del que solo tiene buenas palabras: “Empecé en ‘Los Delfines’ y gracias a Dios todo lo que he conseguido ha sido en el mismo club en el que empecé. A nivel nacional el Club Los Delfines tiene un nombre con bastante respeto porque siempre ha tenido deportistas a nivel nacional que competían luego a nivel internacional, y en los equipos nacionales era raro en una temporada que no hubiese alguien de ‘Los Delfines’. Es el club que con solo llevar su camiseta te miraban como diciendo: si viene de Los Delfines al loro que puede ser que sea de los buenos”, rememora.
Isa Contreras siempre ha sido agradecida y por eso nunca ha olvidado la figura de Díaz-Flor en su vida. Una persona que confío en ella desde el primer minuto, parte de sus éxitos se los debe a él.
“José Ramón es especial para mí. Porque es de mi club, es de mi tierra y me conoce desde que empecé y obviamente, aparte de que lo tengo de referencia porque es de mi mismo deporte, es de mi casa y entonces el vínculo es mucho mayor. José Ramón trata igual a todos los deportistas pero al final la tierra y su mismo deporte siempre es un plus y también porque ha vivido mis inicios en el piragüismo desde que empecé a los doce años”, detalló.
En la actualidad, Contreras vive en la residencia Joaquín Blum, donde curiosamente José Ramón López Díaz-Flor es el director. “Es como el padre de todos porque muchos están más tiempo en la residencia que en su propia casa”.
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