En la actual encrucijada en que se encuentra el mundo occidental en relación con los problemas surgidos, primero por la invasión rusa de Ucrania y ahora por los salvajes atentados terroristas de Hamás sobre Israel, echamos de menos gobernantes con categoría superior a los actuales de todos los países, hombres de Estado con capacidad de diálogo, cargados de razones y muñidores de pactos y encuentros para encontrar soluciones. Es una verdadera desgracia no encontrar estas personas ni entre los dirigentes occidentales a uno y otro lado del Atlántico, ni entre los del Oriente Medio y mucho menos en los países musulmanes más poderosos.
Las crisis surgidas enunciadas son de una índole completamente diversa, la invasión rusa responde a la megalomanía de un ser, Putin, con problemas interiores que impiden el desarrollo de una gran clase media en su país, y que disfraza de guerra lo que es la invasión de un territorio que no le pertenece y que en todo caso debiera ser discutido en organismos supranacionales como las NN.UU. El problema israelí es infinitamente más difícil de solucionar. La llegada de judíos de todo el mundo a una tierra que no era donde todos ellos vivían, es difícilmente digerible por los residentes de esas tierras. Pero desde 1948, el Estado de Israel existe, y es ahora un estado democrático y moderno, donde los judíos conviven con los árabes. Mientras los palestinos que tuvieron desgraciadamente que abandonar sus tierras conviven mal a pesar de toda la ayuda millonaria que los países occidentales prestan a esa comunidad. Vivir en un territorio partido, la franja de Gaza y Cisjordania, tampoco ayuda. Pero lo que no puede tolerarse en modo alguno es que los dirigentes del pueblo palestino se conviertan en organizaciones terroristas como Hamás o Hezbolá, o que estas organizaciones dirijan al pueblo palestino y atenten siempre que puedan contra el territorio israelí. Israel, tiene la obligación imperiosa de defender a su población de judíos y de árabes.
El último atentado de Hamás ha dejado al descubierto la hipocresía del mundo occidental en relación con los terroristas. Cuando Rusia invadió Ucrania, enseguida se levantaron voces para manifestarse en contra de Rusia y señalar que en caso de guerra esta fuera corta y proporcionada y que persiguiera solamente objetivos militares. En el caso del atentado terrorista de Hamás que ha asesinado a miles de israelíes, secuestrado a cerca de 200 personas y asesinado a bebés, muchos de ellos degollados, a quien se pide ahora la “respuesta proporcional” es a Israel, el objeto del atentado.
"El amigo Borrell no para de reunirse, pero dado su talante y su fijación sanchista, nadie le hace caso. Y menos Israel. Otra vez será"
La Unión Europea que no tiene una política común exterior, porque ningún país cedería esa parte de su soberanía, aunque en su nómina figure un Alto Representante, está navegando entre los arre y para de los antiguos cabalgadores de asnos. Enseguida se alzó en contra los atentados de Hamás pero en cuanto Israel se lamió las heridas, llamó a cientos de miles de reservistas y anunció su propósito de invadir la parte norte de Gaza, para lo que dio un periodo de tiempo con objeto de que los habitantes de ese territorio pudieran salir y no sufrieran daños, con todo lo doloroso que ese proceso pudiera ser, se encontraron con los “para” de la UE. “La respuesta de Israel ha de ser proporcionada,” el mantra que gracias a los medios occidentales está en todos los guisos El amigo Borrell no para de reunirse, pero dado su talante y su fijación sanchista, nadie le hace caso. Y menos Israel. Otra vez será.
Y qué decir de España y nuestro guía espiritual, que cual avaro, solo le interesa juntar los votos de terroristas, golpistas, separatistas comunistas, y protectores de Hamás, para dejar de estar “en funciones” y dedicarse a “no funcionar”. ¿Dónde va a ir este buen hombre que le escuchen, si no es capaz de tener una sola idea motriz en su gobierno? Los comunistas por la tarde destruyen lo que su ministro de Exteriores, (es un decir) ha hilvanado por la mañana. Los comunistas del gobierno ahora acaban de encontrar un talismán que les va a hacer fuertes: los cinco votos de Podemos a cambio de que España rompa relaciones con Israel.
Y eso siendo presidente de turno del Consejo de la UE. La tal Belarra, ministro y dirigente de Podemos ha manifestado que la defensa de Israel ante el ataque terrorista de Hamás, “es un genocidio contra el pueblo palestino” y se ha manifestado en una marcha pro palestina mientras su presidente en el Consejo de Ministros, mira con arrobo para otro lado, sabiendo que su Gobierno es el único europeo en el que una parte del Ejecutivo mantiene una postura en contra del Estado israelí. Es el único mandatorio de Occidente, que no ha comparecido ante sus diputados para mostrar su apoyo a la masacrada Israel, y que no se ha desplazado a la zona del conflicto y cuando decide en la Cumbre de Egipto decir algo suelta algo tan original como que la paz pasa por la creación de dos Estados, olvidando que si no existe un Estado palestino es porque los palestinos lo han rechazado en las dos ocasiones que han tenido la oportunidad de establecerlo.
Es por ello que en cualquiera de los ámbitos internacionales en los que debería haber una sola voz y además pactada con el partido opositor más importante, solo hay discrepancias, ya sea respecto de Marruecos y los saharauis, con el comunista Putin y los ucranianos, con los diferentes países hispanoamericanos, (Albares “confía en que los argentinos “sabrán escoger lo mejor” en las presidenciales) con las relaciones con los Estados Unidos y la Unión Europea, de ahí que España, también en el ámbito internacional sea irrelevante, lo que se traduce en que nuestro amado líder, además transitoriamente presidente de la UE, no es convocado a ninguna reunión internacional donde se reúnan los líderes más importantes de nuestro mundo occidental.
El denominado conflicto israelí es muy complejo desde que los diferentes gobernantes de Israel ya no aceptan que haya dos Estados al considerarla inviable, el Estado Palestino dispondría de un ejército que amenazaría permanentemente a Israel, por ello han intentado descafeinar a la Autoridad Palestina y los líderes más radicales han creado organizaciones terroristas. A Hamás ya no le interesa tampoco la creación de un Estado palestino porque persigue únicamente la destrucción de Israel.
Por si fuera poco para este zascandil, si es que consigue ser investido nuevamente como presidente del gobierno, funciones fuera, dentro del zurrón de la investidura, ya hay una promesa a los golpistas catalanes, que consiste en la creación de un cuerpo diplomático dirigido por la Generalidad de Cataluña.
"Los comunistas del gobierno ahora acaban de encontrar un talismán que les va a hacer fuertes: los cinco votos de Podemos a cambio de que España rompa relaciones con Israel. Y eso siendo presidente de turno del Consejo de la UE"
Recordemos que en el momento del golpe de Estado de 2017, la Generalidad catalana ya administraba y políticamente dirigía delegaciones en el exterior, lo que yo he denominado “catajadas”. A raíz de la implantación del Articulo 155 a la Generalidad se cerraron dichas oficinas y se liquidó el “Diplocat”, brazo diplomático de la Generalidad. De nuevo con Sánchez, ya se han creado 25 delegaciones de la Generalidad en el exterior, más del doble de las que existían antes del 155, que dan soporte a más de 70 países y con un coste de 42,8 millones de euros. Las personas que trabajan en esas delegaciones no tienen el estatus diplomático al uso, pero su labor en contra de España es pertinaz. No contentos con ello, ahora se anuncia la creación de un cuerpo diplomático, que es un paso más en la estrategia internacional del independentismo, con objeto de socavar el nombre de España y tejer complicidades a favor de un referéndum de autodeterminación. No me extrañaría que los separatistas exijan a Sánchez el estatus diplomático para sus miembros. El caso es que las embajadas de España en el mundo asisten impotentes a la labor que desarrollan las delegaciones de Cataluña en el exterior, cuyos responsables se presentan como representantes de un Estado catalán mientras el Gobierno mira hacia otro lado.
Sabido es que de acuerdo con el artículo 149. 1 de la Constitución: El Estado tiene la competencia exclusiva sobre varias materias, entre ellas, las Relaciones Internacionales, por lo que la Generalidad de Cataluña carece de las competencias necesarias para la creación de tal cuerpo diplomático ya que la función de los integrantes de este nuevo cuerpo sería la de establecer y mantener las relaciones con gobiernos y sus representantes en el exterior, instituciones de la Unión Europea, organismos internacionales y redes de cooperación territorial, que es, como hemos escrito, una labor adjudicada en exclusiva al Estado. Es por ello que no tiene cabida la creación de un cuerpo diplomático paralelo al ya existente en la Administración General del Estado, que es el único que puede ejercer las competencias establecidas en la CE.
Pero los catalanes independentistas, harán valer sus votos en la investidura y a lo largo de la legislatura. Pere Aragonès, presidente de la Generalidad, ha viajado recientemente a Italia para reforzar la campaña antiespañola que llevan a cabo las "catajadas" de la administración autonómica repartidas por medio mundo. En unas declaraciones realizadas en una visita a la Universidad de Bolonia, el dirigente separatista no tuvo reparo alguno en arremeter contra la celebración de la Fiesta Nacional y no ha habido reproche alguno de ningún miembro del gobierno. Por ello, la acción de las delegaciones catalanas aunque teóricamente es vigilada por las embajadas, obran con total libertad al no haber instrucción política en contra del Ministerio de Asuntos Exteriores. Algunas embajadas han enviado puntualmente notas escritas al Ministro, el tal Albares, denunciando actuaciones "especialmente graves" de la representación catalana. Nunca han recibido respuesta. Ni siquiera, dicen, un "tomamos nota". Ante esa impotencia, a veces se tiene que recurrir a países, con buenas relaciones con España y estos avisan a las embajadas de la agenda de los delegados catalanes. Incluso se han ofrecido a no acudir a reuniones de los independentistas para abortar las reuniones si era necesario. Pero las legaciones diplomáticas, atadas de pies y manos, no han tenido más remedio que hacer la vista gorda a esos encuentros.
A un experto diplomático y Embajador de España, Ignacio García Valdecasas, le he preguntado su opinión sobre este tema, y me escribió: " Lo que ocurre es que esta creación es una confesión de intenciones de lo que va a venir. Y el problema está en Madrid. Donde no hay un gobierno dispuesto a hacer respetar la Constitución y las leyes. Si están dispuestos a aprobar una amnistía, lo de una “carrera diplomática catalana” les parecerá una minucia. En cuanto al Cuerpo Diplomático, te señalo que lo forman los embajadores extranjeros debidamente acreditados e incluidos por el MAE en la Lista Diplomática. La Generalidad de Cataluña trata de convertir a los cónsules extranjeros en Barcelona en “su” Cuerpo Diplomático, pero sin éxito. Y no lo conseguirán salvo que lo tolere el gobierno de nuestra nación. Y no podemos, tampoco, excluir que esto ocurra”.
Mientras el ministro Albares intenta que le compren el catalán en la UE presionado por los independentistas para hacer caja por el voto del felón, sabiendo sobradamente que no va a ser posible, pero por hacer el ridículo, que no quede.
Con estos mimbres, ¿puede tener España alguna relevancia y ser tenida en cuenta en algún foro internacional?