Se acerca el invierno y también la preocupación en Ceuta por los asentamientos que se tuvieron que adecentar, a toda prisa, para la acogida de inmigrantes. En este caso, en concreto, para la acogida de los
menores marroquíes cuya cifra se disparó y era inviable mantenerlos en el centro ya saturado de ‘La Esperanza’. Se tuvo que habilitar Piniers, pero la institución municipal ya está pensando en buscar otros espacios debido a que los esperados temporales complicarán la permanencia allí. La vicepresidenta del
Gobierno local, Mabel Deu, ha aclarado que desde el Gobierno se sigue insistiendo a la Administración General del Estado en la necesidad de disponer de más espacios para los menores inmigrantes, habiendo solicitado sin éxito que estos fueron acogidos en la antigua prisión de Los Rosales, en el Centro de Inserción Social de Mendizábal (CIS) que está vacío o incluso en el propio CETI. Ninguna de las alternativas ha sido autorizada hasta la fecha, y lo que tiene claro el Gobierno local es que en Piniers, en los meses más complicados de invierno, no se podrá mantener a los menores. Las instalaciones del centro del Jaral están ahora a medio gas, ya que
tienen una ocupación inferior a las 150 personas cuando su capacidad es de 512 plazas. A pesar de ello, no se permite la entrada de los inmigrantes marroquíes adultos que siguen en la calle tras el desalojo de la nave del Tarajal ni tampoco se habilita un espacio separado para los menores. En el centro de La Esperanza es inviable tener a más MENA ya no solo por los recursos existentes sino también por las restricciones sanitarias que obligan a unas medidas de distanciamiento específicas. En los meses más complicados del periodo del estado de alarma, la Ciudad tuvo que reaccionar de inmediato para trasladar a los menores
sacando tanto a los que se encontraban en el polideportivo Santa Amelia como los que ya no podían permanecer en el albergue de Hadú.