El investigador Francisco Sánchez Montoya presentará, el próximo 29 de noviembre en la Biblioteca pública del Estado, su último trabajo: ‘Masonería en Ceuta, origen Guerra Civil y represión (1821-1936)’, una obra en la que el autor pretende “aportar algunas claves de interpretación” en torno a la masonería, sus diferentes logias, características y desarrollo. “Se intenta arrojar luz sobre unos episodios, hasta ahora muy poco conocidos, en relación con la historia contemporánea de Ceuta. Fueron décadas de persecución desde el mismo inicio de la Guerra Civil, hasta la muerte del general Franco que, desde el balcón del Palacio de Oriente, pocas semanas antes de morir, y dada su obsesión, aquel 1 de octubre de 1975, proclamó su ofuscación por la masonería”, explicó Sánchez.
La obra que, también incluye un apéndice reseñando la trayectoria masónica y profana de más de 200 integrantes de los mencionados talleres ceutíes, utiliza una fuente bibliográfica basada en la “misma documentación masónica”. Para ello, el autor ha consultado la extensa información contenida en los libros de actas, expedientes o correspondencia epistolar. “Se trata de documentación original e inédita que analiza la vida interna de la masonería ceutí y que se encuentra en el Centro Documental de la Memoria Histórica en Salamanca”.
Cuando el 24 de julio de 1936 el venerable maestro de la logia Hércules, Aonso Estivil, clausuraba las puertas del templo ceutí, en la calle teniente Pacheco, camino del exilio, culminaba una tradición masónica con más de un siglo de historia. Ocho fueron las logias en la ciudad: ‘Antorcha de Ismael’ (1821-1823), ‘Africana’ (1873-1882), ‘Hijos de la Africana’ (1880-1884), ‘África’ (1888-1893), ‘Hércules’ (1930-1936), ‘Constancia’ (1932-1935), ‘Hijos de Hércules’ (1932-1936) y ‘Themis’ (1934-35).
Los primeros datos sobre la masonería en Ceuta se inician con la logia ‘Antorcha de Ismael’, en 1821, que generó “ciertas reticencias entre los estudiosos de la masonería”, dada que la documentación de que se dispone y a la que ha tenido acceso Sánchez procede de archivos eclesiásticos y no de las logias.
No es hasta 1873 cuando Ceuta vuelve a contar con una logia: ‘Africana’, que desarrolló una gran actividad, lo que se refleja en los diferentes boletines de la obediencia. En 1880, levanta columnas ‘Hijos de la Africana’, del Gran Oriente de España (GODE).
La última logia de la que hay constancia documental en el siglo XIX en Ceuta recibió el nombre de ‘África’. “Sus miembros no tuvieron vinculación con la desaparecida ‘Hijos de la Africana’, pero es seguro que fue una continuación de la ‘Africana’ como lo indica el hecho de que siete de sus 23 fundadores pertenecieron a esta última. Numerosos miembros eran empleados municipales, “pues esta logia también estaba articulada en torno al Ayuntamiento. En general, el Consistorio estuvo controlado desde finales del siglo XIX por dos grupos que se fueron alternando en el poder según quien gobernase en Madrid”, añade el investigador.
En su obra, Sánchez recoge la presencia de cuatro alcaldes, pertenecientes a la masonería local, desde 1884 hasta 1897. Ya en el siglo XX y sin talleres masónicos en la ciudad, algunos que habían pertenecido a la logia ‘África’ también fueron alcaldes: Juan Sánchez García (1904-1907), Juan López Blanca (1910), José Trujillo Zafra (1912-1914), José Álvarez Sanz (1924) y Joaquín García de la Torre y Almenara (1918-1919).
Desde la desaparición de la logia ‘África’ en 1893, tuvieron que transcurrir más tres décadas para que nuevamente hubiera presencia masónica en la ciudad. “Durante las primeras décadas del siglo XX, grupos de ceutíes formaban parte de las logias del Protectorado; sobre todo, en Tetuán, Larache y Tánger”. A finales de 1928, esos masones decidieron que había llegado el momento de levantar columnas en Ceuta aunque esta ciudad albergase a una sociedad tan militarizada. En estos años, se constituyó la logia ceutí ‘Hércules número 446’ (1930-1936), que se configuró como “heredera sentimental, pero no continuadora, de las logias que existieron a finales del siglo XIX en la ciudad”. Años después se unirían a ‘Hércules los talleres, ‘Constancia número 89’, ‘Hijos de Hércules número 66’ y ‘Themis número 107’.
Tras el golpe militar del 17 de julio de 1936 empieza un periodo de “represión” y hasta 1944 en Ceuta se ejecutaron a 268 víctimas, de las cuales 27 eran masones.
El 15 de septiembre de 1936 el general Franco decretó que la masonería era una asociación clandestina, declarada contraria a la ley y que todo aquel que hubiera pertenecido a ella sería considerado como culpable de adhesión a la rebelión. “Si la Policía encontraba en las casas algún documento o símbolo masónico, se le acusaba en los consejos de guerra de que éstos debían estar destruidos en los tres días siguientes a la publicación del edicto. Difícil de cumplir, ya que la gran mayoría fueron detenidos en los días siguiente al golpe”, apunta Sánchez.
Cada vez más, la 'Tardebuena' se ha ganado un lugar especial en el calendario navideño…
El mercado de alquiler en España atraviesa una de sus épocas más difíciles, con precios…
Marruecos está implantando medidas de control y registro sobre vehículos y titulares que cruzan la…
La Policía Nacional ha detenido en Melilla a cuatro personas por uso indebido de autorizaciones…
Varios activistas digitales en la ciudad de Tánger han mostrado su descontento por la proliferación…
La ‘Travesía de Navidad’ contó con un buen número de participantes y hubo premios para…