Si en algo se pusieron de acuerdo en la noche de ayer Gobierno y oposición -al menos la auténtica- es en que hay que aclarar el episodio sucedido en pleno centro que derivó en una intervención de la UIR con empleo de porras y la presentación de denuncias en la Jefatura Superior. Aclarar lo ocurrido con este suceso y con otros es la única línea posible para impedir que los oportunistas de turno saquen partido a lo que ha pasado. Y la única aclaración posible viene por dos caminos: que los policías expongan su versión de lo acontecido y que las mujeres que aparecen en el vídeo ya viralizado hagan lo mismo. Todo ello, junto a las grabaciones completas de lo sucedido y no las parciales de un vídeo de 1 minuto, tendrá que ser valorado por la justicia para determinar si cabe exigir responsabilidades y en qué grado.
Cualquier conclusión alocada y pronta de un hecho de este calado va a ser equivocada siempre. Y anoche lo que sobraron fueron precisamente esas conclusiones atropelladas. Primero de quienes encuadraron esta acción policial en una especie de represión porque se estaba celebrando la victoria de Marruecos contra Portugal -falso, la evidencia demuestra que se ha podido celebrar no solo esta victoria sino también la que hundió a ‘La Roja’ sin problema alguno-. Segundo, queriendo convertir esto en una defensa o no de la Policía Local como hizo Vox, en su línea oportunista y hueca de siempre. A la Policía, como pretende Vox, no se la defiende saliendo como un orangután a la calle golpeándose el pecho y hablando de lo que ni siquiera se sabe porque no se ha investigado. Eso es ejercicio propio de charlatanes y oportunistas. La única defensa que vale en este y en otros muchos casos pasa por la investigación. Al menos así funciona nuestra democracia, permitiendo que todos tengan voz y todos puedan hablar sobre lo ocurrido porque es la única garantía. Porque aquí no se habla de defensas parciales, de unos sobre otros, aquí se trata de que a partir de ahora se deje trabajar a la Policía Nacional para que dictamine con pruebas qué pasó.
La Jefatura dispone de las declaraciones de todos los implicados y sus agentes sabrán cómo tienen que actuar a la hora de solicitar grabaciones completas y poner todo en conocimiento de la autoridad judicial. Por su parte Gobernación ya ha abierto un expediente informativo y lo hizo desde antes de que la oposición exigiera explicaciones. Ahí están las publicaciones con su hora de edición para demostrar que la Ciudad no habló a toro pasado sino que desde el principio instó a que se abriera una información que lo aclarara.
En política uno puede quedarse en orangután, rememorando a los cavernícolas que solo braman, haciéndose los valientes y los más españoles que nadie en redes sociales. Son malos aprendices de payasos que buscan recoger su suerte en el fango, aprendices que pisotean las normas. Eso sí que es un peligro.






