Poco se sabe de la rebelión en el Rif. Así lo asegura Marcos Pérez, autor de una publicación homónima en la que se narra este episodio de Marruecos en la etapa poscolonial de mediados del siglo XX. Este profesor de Geografía e Historia y doctor en Relaciones Internacionales ha presentado su investigación este martes en la Biblioteca Adolfo Suárez.
El propósito de este análisis de más de tres años es tratar de conocer de forma más objetiva qué sucedió en esta rebelión de la gente de a pie de la zona. Después de intentos fallidos para formar parte de la política del momento, los rifeños recurrieron a la revolución para reclamar su papel.
Los marroquíes que participaron en esta rebelión no estaban de acuerdo con algunas de las medidas que se implantaron en esos años. Así, en 1958, salieron a las calles con armas rudimentarias personas que habían formado parte del Ejército de Liberación durante el proceso de independencia del país vecino. “Como no era una democracia, al final a esta gente no le quedó más remedio, en la medida en la que no les dejaban tener su propia representación en el gobierno, que ir a la vía de la revolución”, explica Pérez.
Algunas de las políticas con las que no estaban de acuerdo era con la imposición de cargos públicos sin rifeños, la subida de los impuestos agrícolas o la prohibición de comerciar con España, inclusive en Ceuta y Melilla. Finalmente, una vez terminada la revolución, sus participantes fueron procesados y encarcelados. Se hicieron juicios específicos para reclutarlos en campos de concentración e incluso se vieron sometidos a torturas a algunos de ellos.
“Se violaron derechos humanos de muchos de sus familiares. Se cometieron actos de pillaje y violaciones contra mujeres. Eso está documentado. Lo he visto en el archivo”, señala el historiador. De hecho, muchos de ellos huyeron del país. Lo hicieron a través de Melilla: “Curiosamente en el primer año el Gobierno español abrió un campamento de refugiados durante un tiempo”. El grueso de los revolucionarios finalmente regresó a Marruecos tras un proceso de amnistía.
El propósito de este análisis de más de tres años es desmentir algunos equívocos que se han propagado sobre este episodio de la historia de la Marruecos poscolonial. Pérez expone algunos de los más importantes. “No existía en España ningún trabajo sobre este tema. Se había comentado un poquito en algunos libros de pasada, pero no había un trabajo específico”, explica.
La primera dificultad para ello era la confidencialidad que existían sobre estos archivos, documentos que, hasta hace relativamente poco, no podían ser consultados. “He estado muchos años detrás de esta cuestión, prácticamente desde el año 2006 o 2007. Ya me había interesado por el tema y me ha costado muchos años poder dar con la suficiente información para poder en cierto modo componer este puzle”, advierte.
Ejemplos de equívocos son la entrega de armas a los rebeldes rifeños por parte de España, un dato que califica de falso. “El hecho de que se hubieran usado armas químicas para reprimir la población rifeña. No encontré”, asevera, “ninguna documentación al respecto sobre su utilización, sí sobre otro tipo de armamento”.
Así, el trabajo de Pérez intenta arrojar algo de luz sobre un trozo del pasado que ha permanecido durante años casi en el olvido.