Mientras Tragsa continúa con la retirada de las concertinas en la valla de Ceuta siguiendo una hoja de ruta encomendada por el Ministerio de Interior que no es comunicada siquiera a la
Guardia Civil, la cartera que seguirá bajo el control del ministro Fernando Grande-Marlaska concreta ya qué “medios menos lesivos” va a colocar encima del
doble vallado que separa Ceuta de
Marruecos. Proyecto que prevé ser extrapolado también a Melilla.
Esos “medios menos lesivos” son unos tubos metálicos que, a modo de rulos giratorios, se quieren colocar sobre la valla para, una vez que el inmigrante llegue a la parte superior, no pueda seguir avanzando ya que el rulo giratorio no se lo permitiría. Interior considera que esto desechará esas imágenes de personas cortadas por los alambres y evitará accidentes. Las fuentes de toda solvencia consultadas por El Faro de Ceuta concretan que sin ser una alternativa que haya sido comunicada de manera oficial a la Guardia Civil o a la propia Delegación del Gobierno, es la que prevalece entre la suerte de ideas que se han ido barajando hasta la fecha. Una de ellas era la colocación de planchas metálicas como las existentes en el puerto, pero la misma se eliminó por la propia orografía del terreno y los problemas que podrían conllevar.
Interior, de momento, se decanta por colocar esta especie de tubos metálicos que giran considerando que se aminorará el riesgo y que pueden ser soportados sobre un terreno especialmente sensible. La persona que consiga trepar por una valla que de por sí va a sufrir un aumento de altura, topará con ese tubo giratorio que, considera Interior, impedirá que avance.
No cuenta el Ministerio con que las últimas entradas de personas por la valla no han sido trepándola, aunque mediáticamente todas las incursiones de inmigrantes son etiquetadas como ‘salto’. Tanto las del verano de julio y agosto de 2018 como
la de agosto de 2019, producidas por Berrocal las dos primeras y Beliones la tercera, se produjeron rompiendo la valla y cruzándola. Solo algunos grupos la treparon pero la amplia mayoría lo que hizo fue cruzar ese vallado causando destrozos mediante el empleo de cizallas para poder agujerearla. Tampoco cuenta el Ministerio con las garantías al 100% de que esos “medios menos lesivos” lo sean, puesto que llegado a una altura y topándose con un sistema giratorio el inmigrante puede precipitarse.
En este debate la cartera bajo el control de Grande-Marlaska navega siempre con sumo cuidado y con atraso en sus plazos. Casi dos años después de que el Gobierno prometiera la retirada de las concertinas, los trabajos comenzaron a ser una realidad. Lo fue a finales del año pasado, tal y como adelantó El Faro de Ceuta y FaroTV. Tragsa va retirando alambradas por distintos puntos sin concretar al respecto los pasos que va a seguir. Este medio ha llegado a preguntar a la Delegación del Gobierno si conoce cuáles son los programas de esas actuaciones y desde la Plaza de los Reyes se indica que los desconocen porque es algo que lleva directamente Madrid, Interior, y que por tanto no comunica ni a la administración central ni mucho menos a la Guardia Civil el plan de retirada que va a llevar a cabo.
Sí que se sabe que hay zonas en las que esa retirada no podrá dar lugar a la colocación de estos tubos giratorios, porque la base del perímetro está tan deteriorada que podría causar un derrumbe del pavimento.
En la visita girada por Grande-Marlaska a Ceuta en noviembre de 2019 indicó a los periodistas, sin dar más detalles, que al aumento de la altura en 4 metros del vallado, se le sumaría la colocación de hasta tres tipos de materiales distintos, sin aclarar más detalles.
Mientras, Marruecos continúa con las construcciones de sus vallas y colocación de alambres.