Interior difunde las conversaciones del 6-F para avalar la actuación de la Guardia Civil

Cuarenta días después de la tragedia del 6-F. Cuatro horas y media de grabaciones con sus 629 archivos de audio. 96 conversaciones. 15 muertos, poco más de 50 guardias civiles operativos y 145 pelotas de goma y cinco botes de humo lanzados.

Interior intentó darle ayer una nueva vuelta de tuerca a la ristra de explicaciones políticas ya ofrecidas desde que se produjera una de las tragedias migratorias más importantes tomando como escenario el espigón fronterizo que separa Ceuta de Marruecos en plena línea del Tarajal. Pues bien, la comparecencia del número 2 del Ministerio, el secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez, sirvió de bien poco. Se calmaron los ánimos y la crispación política pero no se ha logrado arrancar el compromiso de sellar un pacto de Estado por la inmigración. Eso a pesar de las más de cinco horas de exposición y debate.
Fuentes judiciales ya habían confirmado a El Faro que la emisión de las conversaciones internas que mantuvieron los agentes de la Benemérita aquella madrugada no aportaba nada relevante. Y así fue. Tan solo sirvieron para intentar imaginarse el momento de tensión que estaban viviendo los guardias civiles y comprobar que aquella madrugada del 6 de febrero estuvieron desbordados. Y lo estuvieron porque no se imaginaban que los subsaharianos desviaran su ruta desde el Biutz hacia la playa, resultando completamente ineficaz el operativo que estaba montado ese día y que no tenía a ninguno de los agentes en el espigón que terminó siendo escenario de las muertes.
La oposición criticó que en esas conversaciones no se escucharan las órdenes que derivaron en el lanzamiento de pelotas de goma. Todos esperaban ponerle un nombre y un apellido a la tragedia, algo que se viene reclamando insistentemente desde el 6-F para luego reclamar los oportunos ceses.
Martínez se aferró a la transparencia que, desde esa madrugada, ha marcado el trabajo de su Ministerio, enumerando las distintas comparecencias o la emisión, en la web, de todos los vídeos que existen sobre lo ocurrido. Insistió en las claves ya repetidas como que se actuó conforme a derecho y que se hizo uso de material antidisturbio de forma disuasoria y proporcional, nunca persiguiendo atentar contra los inmigrantes.
“Cuando a las puertas de nuestra casa se producen quince muertes y aunque nuestra actuación haya sido ajustada a Derecho, estamos obligados a hacer un ejercicio de análisis, reflexión y valoración crítica”, afirmó, recordando que de lo sucedido sí se han adoptado cambios. Uno de ellos el que primero se conoció: el cese del empleo de material antidisturbio al mar porque carece de efectividad alguna. Además, el Instituto Armado ha determinado la necesidad de estudiar nuevos medios antidisturbios en la retaguardia de las vallas y usarlos en la vanguardia solo en colaboración con las fuerzas de seguridad marroquíes.
Que aquella madrugada se emplearan pelotas de goma fue una decisión adoptada en cuestión de “minutos” y bajo momentos de “tensión”.
Martínez siguió la política de Interior a la hora de dibujar el escenario migratorio en el que nos estamos moviendo y en el que se encuadra esta tragedia. Es una presión “intensa y creciente” debido al desvío de los ciclos migratorios hacia las dos fronteras tras el cese de otras rutas. Volvieron a aparecer las cifras que muchos frentes no creen. Martínez habló de 40.000 subsaharianos a la espera de pasar a Ceuta y Melilla más otros 30.000 que esperan en la zona de Mauritania. ¿Quién da estas cifras? Las fuentes “bien informadas” en las que se basa el Ministerio, que atesoran ya varios opositores.
El secretario de Estado de Seguridad reiteró que las muertes no fueron causadas por la Guardia Civil ni por escenas de pánico ni por el lanzamiento de pelotas de goma. ¿Por qué murieron entonces? Fue, según el número 2 de Interior, por un cúmulo de circunstancias que contribuyeron a esos fallecimientos: creyeron en la poca profundidad del agua a la altura de espigón del Tarajal, pensando que iba a llegar al 1,45 metros, que es el nivel que alcanzó el 17 de septiembre de 2013 cuando 91 subsaharianos consiguieron entrar por esta misma zona sin problemas. Pero esa madrugada la profundidad era de 2,11 metros. A esto se sumó que muchos no saben nadar, la acumulación de personas, la excitación, el cansancio y la escasa visibilidad. Los subsaharianos que pretendían el pase aquel 6-F querían imitar la exitosa entrada de meses atrás.
Interior intentó sustentar en todos estos factores las muertes de los inmigrantes e insistió en que la Benemérita se dio cuenta de que había cadáveres después de haber actuado y no antes. Es decir, no fueron los guardias los que dispararon a los subsaharianos causándoles la muerte como han denunciado varias oenegés, sino que fue después de la intervención cuando se dieron cuenta que en el lado marroquí había muertos.
En este punto sí que fue fundamental escuchar una de las conversaciones en la que se produce un diálogo entre el capitán al mando aquella madrugada, un agente y los GEAS sobre el hallazgo de dos cuerpos. Los agentes del Grupo Especialista de Actividades Subacuáticas iban a proceder a recuperar los cadáveres pero al estar en aguas marroquíes no pudieron. Marruecos se negó a que entraran en su territorio. “Hemos sacado tres (inmigrantes) de la roca del espigón. Al lado hay dos cadáveres. Vamos a proceder a sacarlos”, dice uno de los buzos del GEAS, a lo que Marruecos se niega.
Martínez lamentó las “injustas y duras” acusaciones contra la Guardia Civil que ha llegado a ser tildada de asesina. Insistió por ello en que se escuchara esa comunicación en la que los propios guardias, tras descubrir un par de cuerpos, querían recuperarlos pero no se les dejo. “No se supo que había fallecidos hasta después. La Guardia Civil intentó cumplir con su misión”, aclaró. “Si la Guardia Civil no vio ahogarse a ninguna persona es porque nadie se ahogó en aguas españolas”, matizó.
Salvo CiU, los demás partidos de la oposición rechazaron alcanzar un pacto de Estado.

Las ocho claves de la comisión

1 - Quién, cuándo y cómo

La oposición quería que tras la comisión se pudieran tener respuestas para los interrogantes. Quién ordenó lanzar pelotas, en qué momento y cómo se llevó a cabo ese lanzamiento para saber cómo murieron 15 personas.  En una de las conversaciones oídas ayer se escucha a un guardia decir: que vengan “esos tubos” porque los inmigrantes “van a tomar el agua” y pide tener cuidado para no dar a “los mehanis”. No hay imágenes. De hecho la oposición se queja de que no se haya visionado grabaciones del momento de las muertes o de cuando se están sacando los cadáveres del mar pero sí del ataque a la garita.

2 - Guardias y políticos

Desde que sucedieron los hechos se ha abierto una brecha entre los guardias y los políticos. Los primeros se han sentido cabeza de turco y los segundos no han sido demasiado claros después de filtraciones de documentos que dejaban en evidencia a la Benemérita y tras los que no se ha ordenado apertura de investigación alguna. Ayer, en cambio, el secretario de Estado sí que fue más claro en este asunto. “¿Quién dio la orden?”, se preguntó. “Las órdenes en el terreno las dan los mandos pero los responsables políticos las respaldan”.

3 - La muerte

 Martínez puso algunas de las conversaciones en las que no se deja entrever en momento alguno que los agentes supieran que se estaban ahogando inmigrantes. “No hay tono de alarma en las conversaciones entre los guardias porque ante la Guardia Civil no se estaban ahogando. Murieron en aguas marroquíes... Ni se lanzó material sobre los inmigrantes ni se observó que el lanzamiento hubiera provocado pánico entre ellos. No hay ningún elemento que lleve a pensar que se disparó contra los inmigrantes”, dijo para aclarar después de que no se actuó contra los subsaharianos ya que “no se escucha en las grabaciones ninguna orden de que no entre nadie porque no se dio”.

4 - Aviso a los GEAS

 En una de las conversaciones sí que se aprecia cierta tensión cuando un agente del Cuerpo pide que se llame a los GEAS. Eran los primeros momentos de intervención tras que los subsaharianos se habían arrojado al mar. Otro agente le tranquiliza diciéndole que ya está el Marítimo. No obstante este guardia civil insiste en dos ocasiones en que se tiene que avisar urgentemente a los GEAS, efectivos especialistas del Cuerpo en recuperación de cuerpos y atención ante accidentes en el mar.

5 - Grabaciones

En algunas se muestra cómo los agentes estaban completamente desbordados, sin saber muy bien qué hacer.  “¿Los cogemos?”,pregunta uno. “Por lo menos, retenedlos y que no sigan avanzando, que van para Ceuta”, responde otro. “Es imposible. Han pasado. O los cogíamos o los dejábamos avanzar”, replica.

6 - Ilesos

“Ninguno de los inmigrantes resultó alcanzado por el uso de ese material, llegando sin lesiones ni heridas a la playa del Tarajal”, aseguró  Martínez, para incidir, además, en que "ni se lanzó material sobre los inmigrantes ni se observó que el lanzamiento provocara pánico en los mismos" y se utilizó "adecuándose a principios de proporcionalidad y oportunidad" con un "objetivo siempre disuasorio".

7 30 - minutos

 Interior ha hecho hasta un cálculo en el empleo de pelotas de goma. Dice que el suceso más relevante duró 30 minutos y que ‘tocó’ a 3 o 4 pelotas de goma por guardia. 145 en total.

8 - Crítica

La autocrítica también tuvo su espacio, corto, pero lo hubo cuando Martínez reconoció la necesidad de hacer un análisis de todo lo sucedido: "Cuando a las puertas de nuestra casa se producen 15 fallecimientos, hay que hacer un análisis", recordó. Habrá cambios y se prevé más refuerzos.

El apunte

La oposición pide responsabilidades políticas y transparencia real

¿Cómo ha terminado lo que empezó? Pues de la misma manera. Interior se considera satisfecho de sus exposiciones y ejercicio de transparencia, pero la oposición permanece reclamando lo mismo: responsabilidades y claridad, porque, asegura, ambos conceptos no han sido aclarados.
El portavoz del Grupo Socialista en la Comisión de Interior, Antonio Trevín, reiteró su petición de dimisión del director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, y del delegado del Gobierno, Francisco Antonio González, por “mentir” sobre la tragedia, y descartó firmar un acuerdo de Estado, un pacto migratorio.
“El Gobierno tiene que hacer frente a una situación de emergencia en Ceuta y Melilla y plantean que España necesita un pacto de Estado (...) lo hubo en 2004, suscrito por todos los grupos de la Cámara menos el PP”, señaló, tirando de hemeroteca para recordar declaraciones de los populares hechas en su día, entre ellas las del propio delegado cuando era parlamentario.
Trevín consideró que Martínez “ha seguido el guión” de lo que se le había solicitado, “pero no están todas las imágenes, no están todos los audios ni toda la información... No hay imágenes de efectivos disparando (pelotas de goma y botes de humo) y sin embargo, fue conocido por el público general”. CiU dijo que la actuación de los agentes en el Tarajal fue “un comportamiento claramente para otra situación, una terrestre” y reclamó un esfuerzo exhaustivo para establecer un protocolo que defina “un comportamiento ad hoc en cada situación” ya que “podrían y deberían estar previstas” las posibilidades de salto, dijo el portavoz, Feliu-Joan Guillaumes i Ràfols. “Tiene que haber cierta asunción de responsabilidades, aunque sólo sea por la disparidad de versiones, unas nueve, y por las contradicciones con el propio ministro”, pero se ofreció a un pacto. El portavoz de Izquierda Plural, Gaspar Llamazares, también pidió la destitución del director general de la Guardia Civil. “Usted tiene que venir aquí no sólo con la versión de parte, sino contrastarla con otras versiones tan legítimas como la suya”, dijo aludiendo a las versiones de oenegés.
Desde Amaiur, Xabier Errekondo dijo que no se había visto a los guardias civiles disparando las pelotas de goma de las que hicieron uso en los videos. “Tengo la sensación de que nos están tomando el pelo a todos, mostrando solamente la parte que les interesa para construir su relato”. Fue muy criticada su intervención al comparar lo ocurrido con la desaparición en diciembre de 1985 del presunto colaborador de ETA Mikel Zabalza, cuyo cadáver apareció en el río Bisadoa y sobre cuya muerte se ha especulado durante décadas, ya que se llegó a investigar si el detenido falleció en un interrogatorio de la Guardia Civil.
Para Toni Cantó, de UPyD, “los árboles de las cifras intentan ocultar el bosque del drama que ha causado la ineficiencia de sus policías”, en una “forma de desviar la atención”. “Que mueran en área marroquí no les exonera de su responsabilidad porque su trabajo no se limita al control de la frontera, sino al trabajo con los países de origen y a la comunicación con Marruecos”.