Quiso introducir droga en el Centro Penitenciario de Mendizábal pero el escáner de la prisión la delató. Ahora, la titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta ha condenado a la llamada Ch.A.K. por un delito contra la salud pública.
La acusada reconoció los hechos y aceptó la pena de 6 meses de prisión, así como el pago de 150 euros en concepto de responsabilidad civil. La pena le quedará suspendida por un periodo de 2 años, ya que el Ministerio Fiscal no se opuso a su suspensión al no contar con antecedentes penales.
Los hechos a los que se hizo referencia en esta conformidad ocurrieron el 28 de enero del año pasado. Sobre las 17:15 horas, la acusada, guiada por el ánimo de procurarse un beneficio patrimonial ilícito, intentó introducir en el Centro Penitenciario de Mendizábal un paquete.
Dentro había ropa, unas zapatillas deportivas, dos teléfonos móviles, pero también dos bloques de una sustancia de color marrón que resultó ser resina de hachís.
La mercancía destinada a internos
Esa sustancia fue lo que llamó la atención de los funcionarios de prisiones, que decidieron analizarla verificando que era droga. La acusada contaba con la intención de que dicha sustancia fuera recepcionada por internos de la prisión.
La droga aprehendida, tras su análisis pericial, arrojó un peso neto total de 45,5 gramos de hachís, con un grado de pureza del 13,48%, teniendo dicha sustancia en el mercado ilícito un valor de 306,21 euros, droga que la acusada pensaba destinar a su venta ilícita o donación a terceras personas.
El acuerdo previo entre la Defensa y el Ministerio Fiscal evitó la celebración de la vista oral que estaba fijada para este lunes en la sala de lo Penal número 1 de nuestra ciudad.
Un acuerdo que le sirvió a la acusada para una reducción de la pena ya que en un principio el Ministerio Fiscal solicitaba hasta 12 meses de prisión.