Dentro del salpicadero del vehículo que conducía. Ahí había escondido un hombre 2 kilos y 300 gramos de hachís con el objetivo de pasar desapercibido ante el control ejercido en el puerto de Ceuta por la Guardia Civil.
No le salió bien ‘la jugada’ y ha terminado condenado a 2 años de prisión tras reconocer ante la autoridad judicial la comisión de un delito contra la salud pública tras su puesta a disposición de la autoridad judicial competente de guardia.
El servicio fue llevado a cabo en el marco de los controles antidroga ejercidos, controles orientados a dar con cualquier rastro de sustancia narcótica, sean grandes cantidades o no.
Todo se intercepta, también ese pequeño lote de hachís que había sido escondido dentro del salpicadero con el ánimo de que los agentes operativos no dieran con él.
El final de la droga, su destrucción
La droga, remitida al área de sanidad dependiente de la Delegación del Gobierno, tiene como destino final su destrucción previo análisis e informe judicial. El detenido, puesto a disposición de la autoridad, tras admitir la responsabilidad en un delito de tráfico de drogas, aceptó la pena impuesta de 2 años de prisión.
El implicado en este delito contra la salud pública es español y con él se dio en la tarde de este lunes, cuando embarcaba con destino a Algeciras y los agentes de la Guardia Civil de servicio terminaron colocándole las esposas.
Los controles antidroga se ejercen no solo en el puerto con ánimo de que la droga no salga hacia la Península, sino también en la frontera para evitar la entrada de la narcótica sustancia desde Marruecos en nuestra ciudad.
Las fuerzas de seguridad españolas actúan ante cualquier sospecha, encontrando la cooperación al otro lado, con las aprehensiones que ejecutan las fuerzas de seguridad marroquíes.