Instalados los módulos que acogerán la futura oficina de asilo

Los trabajos para instalar la oficina de asilo en la frontera del Tarajal marchan a su ritmo con el objetivo de tenerla disponible el próximo marzo.

De hecho, durante esta semana han comenzado las tareas de montaje de los módulos prefabricados que servirán para la atención a los inmigrantes y que están siendo instalados sobre una plataforma de hormigón.

Una vez culminen estos trabajos se recepcionará el mobiliario y material informático necesario para que sea utilizado por el personal del CNP que tendrá la encomienda de atendar la oficina y que se nutrirá de los efectivos que ya están operativos en la frontera. Hasta ahora la Policía había dispuesto de una oficina en la frontera para atender a los inmigrantes que podían acceder en busca de asilo, trámite que tenía que resolverse en 48 horas. Dicha oficina contaba con una cama y servicios para que fueran utilizados durante el tiempo en el que el inmigrante debía quedarse en dichas oficinas.

No obstante hasta la fecha no se ha recibido solicitud alguna. Una vez termine la oficina ahora en construcción se atenderá allí al inmigrante pero éste no tendrá que pernoctar durante dos noches ya que pasará directamente al CETI mientras se resuelve su petición de asilo en un tiempo máximo de dos días. La Policía Nacional sumará a las labores que ya desempeña en el paso fronterizo estas nuevas, sin que se haya previsto mayor incremento de personal salvo las diez plazas en comisión de servicio autorizadas por la Dirección General, previstas también de cara a la apertura del puente ‘Tarajal II’. Tal y como ha podido comprobar El Faro, los trabajos de puesta en marcha de los módulos que servirán de oficina avanzan sin problemas, previendo cumplirse los plazos para que el próximo mes reciba la visita de la directora de Política Interior, Cristina Díaz, y del comisario europeo de Interior, Dimitris Avramopoulos.

El Ministerio de Interior confirmaba a principios de este mes que una vez se abran las oficinas de Ceuta y de Melilla “quedará muy claro” que quienes intenten acceder a esas ciudades por las vallas no serán “en principio”, refugiados. “Quedará muy claro que aquellas personas que intentan entrar ilegalmente no son personas que en principio tengan derecho a esta petición de asilo y protección internacional, porque podrán ejercerlo a través de esas oficinas habilitadas”, explicaba el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz. El hecho es que para un inmigrante subsahariano va a resultar imposible acercarse a la frontera a solicitar esa protección en las oficinas al carecer de libertad de circulación en Marruecos, con lo cual la defensa hecha por el ministro tiene su truco ya que la única vía que le quedaría a un subsahariano para intentar el aceso a las ciudades hermanas sería el salto o la entrada en bloque. Las nuevas oficinas parecen estar más pensadas para el ciudadano sirio o argelino que cruza sin problemas el Tarajal. ¿Serán estos últimos capaces de utilizar este recurso? La propia Policía lo duda. Todo inmigrante argelino que se cuela en Ceuta y llega al CETI lo primero que hace es solicitar asilo. Es una manera de evitar su expulsión inmediata. Durante el tiempo que la Oficina de Extranjería tarda en tramitar esa resolución, los argelinos merodean la zona portuaria intentando colarse de cualquier forma en uno de los camiones. Son los que terminan organizando las reyertas que suelen ser noticia en las páginas de este medio. A este inmigrante, que sabe que cuando termine su expediente será expulsado a Argelia, le conviene que ese trámite se alargue en el tiempo, de ahí que pasar por un proceso rápido como el que se conseguirá con las oficinas de frontera no será su principal objetivo. Una vez Interior inaugure las oficinas en ambas ciudades, se conocerá la efectividad de las mismas, separando escenarios, puesto que la presión existente en la ciudad hermana con los ciudadanos sirios, por ejemplo, no es la misma que ahora soporta Ceuta que ya atravesó, meses atrás, estos picos de presión.

las oenegé Sí... pero no Oenegés como CEAR han aplaudido de forma pública la decisión del Ministerio del Interior de crear unidades de asilo pero recuerda que muchas personas necesitadas de protección internacional, principalmente de origen subsahariano, quedan atrapadas en Marruecos sin poder acceder a estos puestos fronterizos. Para llegar a los mismos por vía terrestre desde Marruecos es necesario superar un control previo de la gendarmería marroquí, un paso prácticamente imposible para los ciudadanos subsaharianos que quedan atrapados en un país que no garantiza una adecuada protección y que viola sistemáticamente sus derechos humanos, como ha quedado expuesto en las últimas redadas. rapidez En el asilo La petición de asilo se convierte en un instrumento erróneo en su objetivo inicial. Y es que, lo que en principio sirve de herramienta para proteger al inmigrante, es utilizado por un colectivo que no quiere dicha protección sino que solo busca que el trámite sea cuanto más lento mejor para quedarse en la ciudad y salir de Ceuta de forma ilegal. Lo hacen a sabiendas de que dicha protección no se les concederá pero mientras se desarrolla ese trámite son ‘intocables’. Es el caso de los argelinos.