La presión migratoria en el puerto de Ceuta continúa. Más aún cuando las obras de impermeabilización están poniendo cada vez más complicada la entrada al
recinto portuario y, en concreto, a las zonas restringidas. En la tarde y noche de este lunes se vivieron momentos complicados, sobre todo para los agentes de la
Policía Portuaria que, en escaso número, tuvieron que controlar la entrada de entre 60 y 70 inmigrantes magrebíes, adultos y menores, que estaban en la zona del Muelle de Poniente. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no tenían efectivos: ni Policía Nacional ni Fiscal de la Guardia Civil, por lo que la pareja de agentes de la Policía Portuaria tuvo que hacer frente, sin medios, a esta situación, intentando evitar que ese número de personas llegaran a los buques, entre ellos el Festivo, en donde querían entrar. Finalmente y dado el cariz que estaban tomando los acontecimientos, fueron apoyados por componentes de la Compañía Rural del Instituto Armado.
A pesar de las obras, el acceso al espacio restringido se sigue produciendo ya que adultos y menores se cuelan dentro de las bateas o en los bajos de los camiones para acceder al puerto y, desde allí, colarse en los barcos.
La FESEP ya denunció la semana pasada a El Faro de Ceuta la situación en que se encuentra la plantilla de la Policía Portuaria, sin medios -hay agentes que no tienen todavía ni chalecos- y obligados a hacer turnos durante todas las fiestas -época de más presión migratoria- después de dictarse una orden de servicio por la que se les suspendía los días debidos de descanso y los asuntos propios. Ya el sindicato apuntó que esta decisión se hacía para que los agentes paliaran la merma de efectivos en las Fuerzas de Seguridad del Estado, ejerciendo funciones en materia de seguridad ciudadana que no son de su competencia y para las que no tienen medios. Hechos como el ocurrido este lunes demuestran el estado en que están las fuerzas de seguridad sin patrullas para atender situaciones como el repunte ocurrido.