Enfundados en trajes de neopreno, con sus aletas, cinco jóvenes marroquíes han decidido que era el momento. El momento de cruzar a este lado y de llegar a la Ceuta que, para algunos, supone la ciudad de las oportunidades. El norte del país vecino, castigado duramente y más tras el cierre de fronteras, no ofrece alternativas a una juventud que busca escapar en patera, en kayaks o, simplemente, a nado. Y esta última vía es la elegida por este grupo que, a primera hora de este miércoles, ha cruzado a nuestra ciudad bordeando el espigón del Tarajal.
En la frontera, los guardias civiles y policías nacionales controlaban la primera de las repatriaciones permitida por Marruecos. Curioso que mientras casi 100 mujeres se disponían a regresar a su país, cinco varones se empecinaban en escapar del mismo para entrar en Ceuta. Las dos caras de una moneda ofrecidas en el mismo espacio. Los componentes del Instituto Armado instaron a los magrebíes a permanecer en la orilla de la playa hasta la llegada de la ambulancia de la Cruz Roja, encargada de la primera asistencia y posterior traslado al viejo hospital en donde deberán guardar cuarentena.
La estampa de esta mañana se repite a diario y es el vivo ejemplo de una migración marroquí que no cesa. A diario hay entradas más o menos numerosas, a diario la Guardia Civil o Salvamento Marítimo tiene que llevar a cabo traslados. En este caso los cinco protagonistas, unidos, partieron de las costas marroquíes para arrojarse al mar y nadar sin cesar hasta llegar a Ceuta. En Marruecos, desde primera hora, los agentes estaban preparados para recibir a las primeras atrapadas, sin valorar que se estaba produciendo una entrada ante sus propios rostros.
Como estos mismos jóvenes, otros han llegado a Ceuta confiando en encontrar aquí un sustento económico. En otros casos solo buscan la manera de permanecer unos días para preparar una segunda escapada a la Península pero partiendo desde nuestras costas, buscando el respaldo y la logística con otros compatriotas que van llegando en una inmigración constante.
Esto es un peligro si España no toma cartas en asunto estamos perdidos
Y AHORA QUÉ, TENDREMOS QUE PONER OTRA FRONTERA INTELIGENTES EN EL MAR Y CON AGENTES CON TRAJES DE BUZOS. Nuestro ""vecinos "" se están destonillando de risa. 🤣🤣🤣