La
Guardia Civil ha auxiliado a los
10 inmigrantes marroquíes que en la tarde noche de este viernes pretendían salir de Ceuta a bordo de una embarcación que los iba a recoger en la playa, entre Benítez y Calamocarro. El grupo se había concentrado en la zona y esperaba la presencia de la lancha a la que comenzaron a subirse. El problema ha llegado cuando el piloto, al ver a la Guardia Civil, una vez iniciada la salida, ha abandonado a los inmigrantes para emprender la escapada sin importarle nada, ni su propia integridad física. El piloto instó a los inmigrantes a que se arrojaran al agua para poder así escapar. En ese abandono, uno de los marroquíes ha sufrido graves heridas en una pierna al ser golpeado con la hélice de la lancha, siendo trasladado de manera urgente al Hospital Universitario de Loma Colmenar. Según las primeras valoraciones médicas su estado era grave y corría peligro incluso de perder la extremidad. Unidades
del ERIE de Cruz Roja se han desplazado hasta la zona para atender a todo el grupo, entregándoles ropa seca, mantas y revisando su estado de salud. Se trata de varones que se encontraban ya en Ceuta y que pretendían la escapada a la Península a bordo de una embarcación que les iba a recoger y acercar a las costas peninsulares. El viaje completo no se llevó a cabo al verse la presencia de la Guardia Civil.
Esa embarcación se ha dado a la fuga sin reparar en el estado físico de los inmigrantes. El piloto ha sido detenido a su llegada a la Península por patrullas terrestres que habían sido alertadas y se encontraban en la playa de Getares. Será decisión judicial si pasa disposición de la administración de justicia de Algeciras o de Ceuta. Los rescatados, tras comprobar su filiación, han sido trasladados a la nave del Tarajal para hacerles las pruebas de detección del coronavirus, en cumplimiento de las medidas sanitarias establecidas. La Cruz Roja se ha hecho cargo de todos ellos. Ahora se espera conocer el estado del joven, sobre todo por las condiciones en que fue auxiliado, con graves heridas en una de sus piernas. Los marroquíes pretendían salir de esta manera de Ceuta, sirviéndose de las pequeñas redes dedicadas a traficar con personas a bordo de embarcaciones. Mientras continúan llegando nadadores desde Marruecos, en una migración a la inversa.