Inmigrantes cerca de las bateas donde se produjo el rescate de la pequeña.
Agentes de la Policía Portuaria rescataron en la tarde del martes a una niña de unos 3 años de las escolleras, después de una complicada intervención en la que se vieron acosados por otros inmigrantes que pernoctan en el puerto con la intención de cruzar a la península ocultos en los barcos.
La intervención comenzó pasadas las 17.00 horas, cuando los agentes de la Policía Portuaria fueron alertados porque se escuchaban llantos de una menor dentro de una de las bateas del puerto, en la zona del Muelle de Poniente. Los agentes tuvieron que retirar otra batea que evitaba su salida, hallando en el interior a la pequeña junto a su madre, ambas residentes del CETI.
En ese momento, por causas que se desconocen (quizá por miedo), decenas de inmigrantes que estaban en la zona de Poniente acudieron al lugar, arrebatando la menor a los agentes y llevándose a la niña a la zona de las escolleras.
Todos los componentes de la Policía Portuaria que estaban de servicio acudieron al lugar para recuperar a la pequeña, adentrándose en las escolleras contando con cobertura exterior de agentes de la Guardia Civil que también acudieron. Allí, en las escolleras se encontraron a dos mujeres más, también residentes del CETI.
La menor se encuentra en buenas condiciones y fue entregada a la Guardia Civil, al igual que su madre. Durante la intervención de la Policía Portuaria hubo lanzamiento de piedras entre los propios inmigrantes.
Los residentes del centro de estancia temporal que son de origen magrebí intentan colarse en los barcos de cualquier forma ya que tienen más complicada su salida regular a la península. Hay varones que han convertido las escolleras en su residencia habitual y que de manera constante buscan la forma de pasar a la península, junto a marroquíes muchos de ellos menores de edad.
En este caso cobra relevancia el hecho de que se intentara pasar a la menor. De no ser por la rápida intervención de la Policía Portuaria podía haber ocurrido una desgracia ya que las bateas quedan recogidas en el puerto una detrás de otra por lo que quienes se han colado en su interior e intentan salir por sus propios medios terminan viéndose atrapados.
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