Menores en embarcaciones playeras tipo toy que cruzan los espigones, decenas de nadadores que buscan la manera de sortear la línea que separa Ceuta de Marruecos, salidas constantes de adultos y menores ayudados de cámaras de ruedas a modo de flotadores o botellas de plástico. Esa es la inmigración que llega, equiparable a la que intenta marcharse al otro lado del Estrecho partiendo desde cualquiera de las playas locales con apoyo, o no, de las redes de tráfico de personas que siguen haciendo su agosto.
Inmigración de llegadas y de escapadas. Es la tónica de un verano distinto en el que no faltan las noches con combinaciones opuestas. Noches en las que se intercepta a inmigrantes que acaban de cruzar a Ceuta bordeando los espigones y que terminan en las naves del Tarajal. Noches en las que grupos buscan la escapada de la ciudad, aglutinándose en determinados puntos de la costa para escapar contando con ayuda externa o no.
Este pasado fin de semana ha sido una constante para unos y para otros.
Algeciras ya ha comunicado que registra más llegadas de inmigrantes
La Guardia Civil llega a interceptar a un tanto por ciento elevado de los marroquíes que parten de Ceuta en embarcaciones neumáticas o pateras de pesca, pero son cuantiosos los que siguen intentando el objetivo de abandonar por esta vía irregular ante el temor a una deportación, sobre todo ahora que se ha reducido el cupo diario de citas para pedir el asilo convirtiendo en casi imposible acceder a ese instrumento de protección.
Es imposible cifrar el número exacto de marroquíes que queda en Ceuta porque muchos optaron por vivir en casas -también menores- y no en las naves o en los asentamientos que aún permanecen en pie. Algeciras ha comunicado que ya sufre esa mayor presencia de marroquíes que ha conseguido salir de Ceuta y que pertenece al grupo de los que accedieron a la ciudad el pasado mayo.
Hay noches de presión constante de nadadores para entrar por las dos bahías
Ellos salen, pero también están los que a diario buscan entrar. Hay noches de auténtica presión con más de medio centenar de intentos de incursión de nadadores por las dos bahías lo que ha llevado a asociaciones como la AEGC a reclamar más medios ante las dimensiones que está adquiriendo este tipo de pases y el elevado número de muertes o desapariciones.
Asco!! Efecto llamada. Eso es lo que interesa a onejetas que viven parásitos y “políticos” que estån ahí para solucionar nuestros problemas (jajajajajajajaja.......)