Un niño de cinco años, identificado como O.N.G., ha estado a punto de morir ahogado en el Parque Marítimo de Ceuta. Que haya salvado su vida ha sido gracias a la rápida intervención del médico del 061 y exdirector provincial de Ingesa, Fernando Pérez Padilla, que se encontraba como usuario en este lugar y cuyas maniobras de reanimación han sido determinantes para evitar la tragedia. Hasta el lugar han acudido también la DUE del Parque y socorristas. En declaraciones a FAROTV, Pérez Padilla, médico profesional del 061, ha explicado cómo sucedieron los hechos. “Vi un tumulto de gente, no sabía qué pasaba y cuando llegué vi que habían sacado un niño prácticamente muerto del agua. Se encontraba en parada cardiorrespiratoria, muy cercana a la muerte, con la cara azul y en una situación crítica. Si se llega a tardar unos minutos más no se hubiera podido recuperar. Tras unas maniobras de reanimación intensas el niño empezó a moverse, a mirar y a recuperar la conciencia”.
Que este profesional se encontrara en el Parque fue clave porque el pequeño había permanecido varios minutos bajo el agua y estaba prácticamente muerto. Estaba aprendiendo a nadar, dijeron testigos presenciales
“Me tiré al suelo, empecé la reanimación, el niño respondió muy bien, recuperó el pulso, la respiración espontánea… Llegaron los compañeros del 061, lo cogieron en brazos y se lo llevaron. Tenía los signos de ahogamiento y estaba en una situación mala”, ha puntualizado, rememorando el momento en el que se procedía al traslado del pequeño al
HUCE.
Tras permanecer en Observación, Ingesa ha ordenado la evacuación del pequeño a Cádiz porque en un caso de este tipo las 48 horas posteriores son vitales y debe ser controlado en una UCI pediátrica para evitar complicaciones tardías, como arritmias severas o edema pulmonar. Después de la tensión vivida, Pérez Padilla se ha mostrado satisfecho de haber salvado esta vida. “Es una tormenta de emociones, en un escenario como este… con una madre llorando y chillando, un niño pequeño, es una situación que te afecta. Pero somos profesionales y actuamos como sabemos ante este tipo de situaciones, haciendo lo que se tiene que hacer. Gracias a Dios todo ha salido bien”. Los hechos han ocurrido en torno a las 16.00 horas cuando el pequeño se encontraba en un estado de extrema gravedad. El hecho de tratarse de un niño de corta edad ha hecho que este servicio de reanimación fuera algo más complicado. Lo explicaba Pérez Padilla: “Al ser un niño tiene una serie de condicionamientos especiales, hay que hacer el masaje con cuidado para no romper las costillas, no es como en el caso de un adulto que tiene más cuerpo y peso”. Hechos como lo ocurrido demuestran la necesidad de tener personal especializado en reanimaciones para recuperar vidas. Los primeros minutos son los más importantes para evitar consecuencias posteriores más graves.