El menor de 17 años que fue detenido por la Policía en la noche del pasado viernes, tras protagonizar una algarada en el centro de Piniers y lesionar a varias personas, ingresó ayer por orden del juzgado en Punta Blanca, como medida cautelar por su responsabilidad en delitos de atentado y lesiones de los que deberá responder en vista judicial.
Al detenido se le relaciona con la agresión a tres menores que solo querían calmarle, un vigilante de seguridad y trabajadores de Cruz Roja. El episodio, tal y como adelantó El Faro de Ceuta, se desató tras una disconformidad con la comida. Este menor ya había creado problemas con anterioridad, llegando a subirse a uno de los techos de Piniers lo que obligó a llamar a los Bomberos, amén de provocar enfrentamientos dentro de una infraestructura habilitada de manera temporal por la Ciudad Autónoma para luchar contra la masificación que sufría el centro de La Esperanza y recoger a los demás menores que estaban en la calle.
La medida judicial acordada ayer, tras la puesta a disposición de la Fiscalía del detenido, impone su estancia en centro cerrado a la espera de que se celebre la vista judicial tomando como base los partes de lesiones presentados por los afectados.
Por otro lado, fuentes de la Ciudad Autónoma indicaban ayer que “ya están en curso” las medidas adoptadas en Piniers para evitar este tipo de situaciones, aunque especifican que la mayoría de los menores están integrados y tienen un buen comportamiento. El problema radica en los que tienen edades ya próximas a los 18 años, que permanecían hasta el confinamiento en las calles y que presentan, en muchos de los casos, hábitos adictivos. Hacia ellos se han dirigido varios programas y seguimiento del área de drogodependencia de la Ciudad. De igual manera, apuntan las mismas fuentes, “se ha mejorado la distribución del personal de vigilancia”. La semana próxima se ha fijado una reunión para valorar la situación del centro aunque de manera habitual esas mismas reuniones se mantienen con Cruz Roja y la vigilancia privada que ejerce Prosegur.
Para los que trabajan en este albergue ocasional habilitado en una nave de la carretera del Serrallo, lo sucedido en la noche del viernes fue el episodio más grave que se ha registrado en la zona. Episodio que fue aventurado por los propios vigilantes de seguridad que ya la semana pasada advertían, a través de este periódico, del aumento de los episodios de tensión y de los casos de agresiones verbales pero también físicas que, en algunos casos, habían terminado en los juzgados.
La algarada formada ayer llevó a que los vigilantes se vieran superados teniendo que pedir refuerzos a la Policía Local y Nacional, que desviaron varias unidades a la zona, procediéndose allí mismo a la detención del responsable de estas lesiones.
Este suceso de gravedad, que provocó una crisis de ansiedad entre algunos trabajadores, se suma a los conflictos denunciados y a las quejas por la falta de un perímetro en condiciones que evite las fugas masivas.
En el centro de Piniers viven unos 200 menores, algunos trasladados del centro de La Esperanza pero sobre todo los que fueron evacuados del polideportivo Santa Amelia antes de su clausura. Son marroquíes que habitaban las zonas de las escolleras y que tuvieron que ser confinados. Algunos se fugan y regresan al puerto mientras que otros escapan solo durante momentos concretos para luego regresar al lugar. La Ciudad no dejó claro que este lugar será un centro alternativo definitivo o continuará como una solución temporal dados los más de 500 menores que hay en Ceuta.
Antecedentes: Ya se había advertido del peligro
La propia vigilancia advirtió de la escalada de tensión que se estaba viviendo en Piniers, señalando que la misma iba a más y tenía como víctimas no solo a los propios vigilantes sino también a los trabajadores de Cruz Roja que se encuentran en este lugar. Esas palabras se tornaron en hechos cuando en la noche del viernes se produjo el mayor de los incidentes que se recuerda.
Qué dice la Ciudad: Medidas en marcha
Por parte de la Ciudad Autónoma se indica que las medidas se han puesto en marcha para evitar estas situaciones y señala que la próxima semana habrá una nueva reunión con Cruz Roja y la vigilancia privada entre otros.
Protección: Sin perímetro de seguridad
Una de las deficiencias de Piniers pasa por la ausencia de un perímetro de seguridad en la zona que, entre otras cosas, evita las fugas. Además se echa en falta una mayor presencia policial fija para que la respuesta ante hechos como los de ayer sea más rápida y se dé oportuna protección a todos los trabajadores relacionados con los servicios allí prestados.
Como medida cautelar se ordenó el traslado al centro de Punta Blanca del detenido en esta refriega, el menor de 17 años que provocó la algarada que llevó a tener que movilizar a unidades de la Policía tanto Nacional como Local.
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