El hombre que fue detenido en la madrugada del pasado viernes, por su presunta relación con el hallazgo de 43 kilos de hachís en Benzú, ingresó ayer en prisión por orden de la autoridad judicial, por un presunto delito contra la salud pública. Su entorno familiar defiende su inocencia y dice que todas las acusaciones en su contra son falsas.
Fuentes consultadas por este periódico indican que la Guardia Civil estaba persiguiendo como sospechoso a un hombre enfundado en traje de neopreno, que iba a sacar los dos fardos de hachís en una moto de agua. El detenido, en cambio, no portaba esa vestimenta y tan solo es un residente del lugar, sin tener relación con el pilotaje de motos de agua.
No obstante la Guardia Civil lo detuvo porque consideró que tiene que ver con este hecho, deciciéndose por parte de la autoridad judicial su ingreso preventivo en prisión a la espera de juicio en el que puedan exponerse las dos versiones sobre esta intervención.
La moto de agua queda bajo control del Instituto Armado y fue retirada del lugar por agentes de los GEAS.
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