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Las agresiones físicas al personal ocurridas en febrero triplican todas las de 2016.
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La entidad está preocupada y revisará los protocolos en prevención de actos violentos.
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El portavoz resalta la “correcta actuación” en el ‘caso de la hoz’ y la colaboración con el CNP.
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"El estudio de excelencia hospitalaria carece de rigor; somos de los mejores en nuestra categoría”, indicó el director territorial de Ingesa.
El director territorial del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), Fernando Pérez-Padilla, informó ayer de que este organismo va a proceder a revisar todos los protocolos en materia de prevención de actos violentos después de la oleada de agresiones al personal sanitario registrada en Atención Primaria y Especializada. Unos incidentes “imprevisibles” que exceden “de lo normal, lo lógico y razonable”.
Pérez Padilla garantizó que el Hospital Universitario tiene el servicio de vigilancia privada con la “prevención” que corresponde a un centro sanitario de sus características. El clínico de Loma Colmenar “no se puede tener como una prisión, con sistemas de seguridad que no son propios de un centro sanitario”, valoró. A su juicio, “tenemos el personal necesario para las dimensiones de nuestro Hospital”.
No obstante, se resignó el director territorial, “si entra un individuo con una pistola y encañona a un trabajador, aunque tuviésemos un víser, poco podríamos hacer porque cuenta con una defensa personal nada más”.
El responsable de la sanidad asistencial zanjó así la controversia después del atraco a un trabajador del 061 dentro la Base, el robo del ordenador en la consulta de un oncólogo y la entrada de un individuo con intención de rematar con una hoz a la víctima que había agredido previamente fuera del Hospital. Hecho, este último, en el que resaltó, “se ha actuado correctamente” en referencia a la intervención de los vigilantes.
A preguntas de los periodistas, el portavoz de la institución destacó que tienen “contacto directo” y colaboran “continuamente” con la Policía Nacional ante estos casos. La relación es estrecha hasta tal punto que los agentes cuentan con una sala cedida en Urgencias del Hospital para que a los detenidos les resulte “difícil escapar, dar intimidad y evitar situaciones violentas con el resto de los pacientes”. En cualquier caso subrayó que la respuesta del Cuerpo ha sido “fantástica y rápida cada vez que lo hemos necesitado”.
La administración sanitaria contabilizó el año pasado 25 agresiones, de las cuales, “solo dos fueron físicas”, enfatizó el responsable del servicio. Sin embargo, únicamente en febrero de 2017, se han producido 12, seis de ellas físicas. Una cifra “desproporcionada” que preocupa a Ingesa ya que, en un mes, se han triplicado las incidencias registradas en 2016.
Aunque la Dirección Territorial considera que este incremento es algo “casual y esporádico”, anunció que Ingesa revisará todos los protocolos sobre violencia, en especial el de la Unidad Psiquiátrica, el de violencia de género y el de violencia sexual. Pérez-Padilla incidió en que predominan los casos en que los hombres arremeten contra las mujeres.
“No hay justificación de la actividad cotidiana del Ingesa, ni cierre de unidades, ni aumenta demoras, ni disminución de personal o ninguna otra causa que lo justifique y éstas no se han producido en determinados servicios ni contra un determinado personal”, argumentó el director territorial a propósito de este repunte en las incidencias. Entiende que es algo “casual” y que las agresiones “remitirán en los próximos meses”.
Por otra parte, el estudio sobre excelencia hospitalaria que situó al centro de Loma Colmenar “a la cola” del ranking fue tildado por Pérez-Padilla de “disparate” porque el Hospital Universitario es, entre los centros de su categoría, “de los mejores” porque su cartera de servicios es “muy superior a la de otros de nuestra categoría” ya que el Gobierno ha atendido las “singularidades de Ceuta”. El estudio es “privado”, apuntó este portavoz de la sanidad asistencial, “en el que no se publica el método estadístico utilizado”, por lo que estimó que “carece de rigor científico”. Dicho esto, el director territorial aclaró que compara los hospitales de Ceuta y Melilla con “los de primer nivel de cada comunidad y, evidentemente, no podemos competir con un 12 de octubre o un La Paz”.