Un cargo político está para dar explicaciones. Ocultarse en la guarida no es solo perjudicial para él, sino que termina haciendo daño a la imagen de la institución. Aún así hay quienes optan por una política oscura, lo que viene a suponer no solo una falta de responsabilidad sino también un desprecio al ciudadano.
A Ingesa le dan palos, uno tras otro. Al margen de posiciones interesadas (siempre las hay), buena parte de esas denuncias tienen una base real, un sentido, un fundamento.
En Ceuta la sanidad no pasa por sus mejores momentos, llevamos años soportando una carestía de recursos que genera problemas para el ciudadano, problemas derivados de una asistencia inadecuada en relación a la que debería ofrecerse.
Las críticas de sindicatos e incluso las de los propios ceutíes se quedan en los medios de comunicación y en alguna que otra protesta ocasional en la calle. No hay respuesta, no hay comparecencia, no caben explicaciones. Y eso es lo peor.
Ingesa representa la soberbia, la de una cúpula que aparenta estar por encima del bien y del mal desde el mismo momento en que considera que no tiene que comparecer. Debe hacerlo y debe ser con periodicidad.
Urgen explicaciones sobre asuntos escandalosos, urgen comparecencias para explicar qué está pasando. Es obligado no solo para el cabeza visible de la entidad, Jesús Lopera, sino para el equipo que lo apoya. Deben dar explicaciones porque el ciudadano las merece y ese ciudadano es precisamente a quien hoy se le pide que acuda a las urnas, se le reclama un voto, se le hace ver que Europa es importante.
El votante se merece respeto, se merece explicaciones, se merece tener una transparencia entre quienes están ahí porque han sido elegidos a dedazo político, simplemente.
No hablar es malo. Lo es para la cúpula de Ingesa, también para la Delegación del Gobierno que la apadrina. Se juega con la salud, con la indignación popular, con una población que necesita a unos medios de comunicación canalizadores de lo que sucede. Y hoy por hoy no los tiene porque el embudo termina no teniendo la salida debida.