Las hospitalizaciones de pacientes por coronavirus rondan, desde hace semanas, el límite establecido por Ingesa para evacuar el centro de salud del Tarajal llegada la Fase 3 de su primer plan de contingencia. Según se interpreta del documento con membrete de la Gerencia del Área Sanitaria de Ceuta al que ha tenido acceso este periódico, en caso de que hubiese entre 31 y 46 personas ingresadas por COVID-19 en el Hospital Universitario, Ingesa procedería al traslado de la actividad asistencial a otra ubicación sin determinar porque su infraestructura continúa en obras.
Esto es lo que se desprende del plan de contingencia fechado en marzo de 2020, sin embargo, resulta imposible confirmar con Ingesa si esta es la ratio de ocupación que se baraja después de la primera ola porque, tres meses después de preguntar formalmente por esta cuestión en los mismos términos, da la callada por respuesta. El mismo silencio que guarda en torno a la vacunación de su directiva en Ceuta, de la que los sindicatos CCOO y CSIF aseguran tener confirmación oficial.
El 6 de noviembre de 2020, en plena segunda ola y en uno de los peores momentos de la pandemia por la cifra de fallecimientos, el Hospital atendía a 36 personas: siete ingresadas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), 22 en habitaciones en planta y siete en Urgencias. Fue entonces cuando los responsables comenzaron a trasladar a los trabajadores que la evacuación del centro de salud del Tarajal era inminente: la ocupación por pacientes covid sobrepasaba el límite establecido en cinco personas. Un extremo difícil de comprobar entonces y que ahora solo se puede contrastar con el plan de contingencia que data de marzo de 2020 porque Ingesa o no lo sabe o no contesta.
Según figura en la Fase 3 de plan de contingencia disponible, llegado al nivel de ocupación estipulado, se procedería a realizar el “desalojo del centro de salud III-Tarajal en las plantas segunda y tercera del centro hospitalario”. En una de las comparecencias ahora inexistentes del director territorial de Ingesa, Jesús Lopera, para dar cuenta de la pandemia, negó que hubiese una orden de desalojo del centro de salud del Tarajal. Sin embargo, la ocupación hospitalaria se encontraba aquel 9 de noviembre en la horquilla de 31 a 46 ingresos por covid con 35 personas, lo cual obligaría a su evacuación para liberar espacio donde instalar más camas, de acuerdo con el plan de contingencia fechado en el inicio de la pandemia.
En la actualidad, otros umbrales preocupan más a las autoridades, como es el caso de los relativos a la reducción o incluso la interrupción de las actividades no esenciales con una incidencia acumulada desorbitada y un Hospital Universitario al borde del colapso. Unas ratios que parece que no se alcanzarán en esta ola pero que al menos se han hecho públicas por parte de las autoridades.