Evita pronunciarse sobre crear una unidad específica. La madre del presunto asesino de su padrastro trató “de demostrar durante años que no tiene Asperger, sino otra cosa”.
Algunas asociaciones como Hidea, formada por padres de menores con trastorno por déficit de atención por hiperactividad, ya han insistido en numerosas ocasiones sobre la pertinencia de crear una unidad especializada en salud mental infantil. El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, Ingesa, explica que los pediatras de Atención Primaria se encargan de la evaluación de cada caso antes de su traslado a la Unidad de Salud Mental, ubicada en el centro de salud de Otero, “donde generalmente se atienden a todos aquellos que requieren de esta asistencia”.
Sin embargo, ya sea porque los casos entrañen una mayor complejidad o se carezca en la ciudad del tratamiento adecuado para estos niños, un número indeterminado de estos pacientes son derivados a la Unidad de Salud Mental Infantil en el Hospital de Día de Algeciras, Cádiz. La administración sanitaria opta por evitar pronunciarse sobre la creación de una unidad específica para menores en Ceuta ya que tanto los niños como los adultos son atendidos con todas las garantías en el centro de salud de la zona 1, indica.
Siempre bajo la premisa de que la enfermedad mental y la agresividad “no van de la mano”, como aclaró ACEFEP, Milagros Pascual, madre de Ángel J.P.G., el presunto autor del crimen por el que perdió la vida su padrastro la semana pasada, recordó ayer que su hijo asistió a estas sesiones en Algeciras después de que en los centros de Otero y el Recinto descartaran algún tipo de patología.
“He luchado durante años para que reconocieran que mi hijo no tiene el Síndrome de Asperger sino otra enfermedad”, subrayó esta madre que asegura “llevar dos cruces”. En el informe clínico de 2007 de la Unidad de Salud Mental Infantil proporcionado a este periódico, figuran los “graves problemas conductuales y de comportamiento en clase que se manifiestan en impulsos, agresiones físicas e inadaptación”. A pesar del comportamiento descrito, Pascual lamenta que en Algeciras le diagnosticaran Síndrome de Asperger “porque sus arrebatos no coincide con las personas que sufren este trastorno”. La asistencia psicológica en esta ciudad finalizó en enero de 2010 y Ángel se negaba a acudir a la Unidad de Salud Mental de Otero, según su madre.
Esta vecina de San Amaro, donde ocurrieron los trágicos sucesos, sólo pide a las autoridades sanitarias y a los servicios sociales que, cuando encuentren un caso como el de ella, “escuchen y ofrezcan toda la ayuda del mundo”. Pascual asegura que nadie atendía sus llamadas de auxilio cuando alertaba de que las “amenazas” de su vástago eran cada vez más “violentas y de muerte”.
“Nadie me creía, ni las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Golpeaba a su hermano y llegó a ponerme un cuchillo en el cuello dos semanas antes de lo ocurrido en nuestra casa”, defiende Pascual, quien denunció a su hijo como supuesto autor del robo de su vehículo unos días antes del suceso.
El convenio de la Ciudad Autónoma
Hospital San Francisco de Asís. La Ciudad Autónoma, a través de la Consejería de Sanidad, financia la estancia a medio y largo plazo de ceutíes con trastornos mentales en este centro psiquiátrico de Málaga. Margarita Medina, responsable del seguimiento del convenio, reconoce que no tiene constancia de que se hayan enviado menores a este hospital. La financiación de la permanencia es parcial o en su totalidad en función de los ingresos de cada paciente, añadió Medina.
El Hospital Universitario es para agudos. Aquellos pacientes que requieren de un ingreso temporal para recibir atención psiquiátrica son asistidos en el Hospital Universitario del Ingesa, el cual tiene la consideración de centro para agudos. Los crónicos, en el caso de que la evaluación de los psiquiatras lo determine, son derivados al San Francisco de Asís, señaló la encargada del desarrollo del convenio.
Uso sociosanitario del clínico de la Cruz Roja. La reunión entre la Consejería de Sanidad, la Asamblea de Cruz Roja y el Ingesa continúa pendiente. Entre las alternativas para el edificio desalojado en febrero, se valora la posibilidad de destinarlo a uso sociosanitario como los cuidados paliativos o la atención psiquiátrica, según esbozaron con anterioridad representantes de las instancias relacionadas con este inmueble.