Infanticidio y aborto

Hace unos dias salió publicado en la prensa nacional el artículo que habían escrito dos investigadores, un italiano y una Australiana, los dos Profesores Universitarios y que trataba de defender que el infanticidio era tan justificable como el aborto. Argumentaban que moralmente el aborto y el infanticidio son iguales. Para ellos la ley debía defender a aquellos que mataban a un bebé si argumentaban las mismas razones que justifican el aborto en las diferentes legislaciones de los países que tienen legalizado el aborto.
Consiguió este artículo hacerme pensar, una vez más, en el aborto, en las leyes que lo amparan, en la demagogia, en la vida, en la mujer y en la sociedad actual.
La mayoría de gente que conozco que defiende el aborto, lo hace, pensando o argumentando que si una hija suya quedase embarazada joven, se destrozaría la vida si tuviera ese hijo y para ellos esto sería argumento suficiente para motivar el aborto de una joven. Otros, no dudan, que una mujer con dificultades económicas, no debería traer un hijo al mundo. Otros que si va a tener algún tipo de defecto mejor para los padres y para el hijo que este no venga al mundo. Alguien alega que si es fruto de la violencia, también es mejor no tener ese hijo. También hay casos en que los problemas mentales hacen que una mujer no esté preparada para tener hijos. Estos entre otros muchos son los motivos que sostienen las distintas leyes existentes en defensa del aborto, sobretodo en Europa.
Indudablemente tener un hijo es algo muy serio. Indudablemente son las mujeres, a pesar de todos los avances científicos, las que tienen nuestros hijos y también las que abortan, siempre con ayuda de otros. Es indudable que nuestra sociedad, la sociedad que formamos los humanos, depende de que se siga concibiendo y reproduciendo, es decir que la vida humana depende de nuestras mujeres con una pequeña colaboración de los hombres. Pero ¿debe nuestra sociedad, proteger, alentar y colaborar en la realización de abortos? O por el contrario ¿debe nuestra sociedad, alentar, proteger a las madres gestantes y tratar de evitar, por todos los medios de que se lleven a cabo abortos?.
Para mí es evidente que  las leyes deben proteger a la sociedad y a sus individuos y promover su subsistencia  y la de la misma sociedad. ¿En qué beneficia a la sociedad que las mujeres aborten?, sin embargo que no lo hagan y que por el contrario aumenten el número de hijos nos beneficia a todos, la sociedad debe promover la natalidad, nunca el aborto. Pero ¿puede beneficiar en algo a una mujer el aborto?. Pudiera parecer que solucionaría, en algunos casos, un problema puntual por falta de responsabilidad de una menor o de una mujer adulta con problemas económicos, pero ¿esto conlleva la moralidad del acto del aborto frente a la sociedad que nos da todo?.
Es intolerable la utilización demagógica del aborto por parte de nuestros políticos pro-abortistas cuando insinúan que los que no defendemos esa postura, lo que queremos es encarcelar a las mujeres que llevan a cabo la interrupción voluntaria de su embarazo, nadie quiere castigar a aquellas que contra su propia naturaleza e impelidas por determinadas injusticias o en algunos casos, principalmente de menores, por su falta de responsabilidad o por la transmisión de valores erróneos, es indudable que ninguna mujer, en su juicio lleva a cabo un aborto  con placer, es algo, que todos estamos de acuerdo, no queremos hacer.
Pero es indudable que la sociedad y las leyes que de ella dimanan no deben, en ningún caso, animar o facilitar a que se lleve a cabo el aborto, sino que debe defender a la mujer embarazada para que esta y a pesar de todas las dificultades lleve a buen término ese embarazo que dará a su fin con un nuevo miembro de nuestra sociedad, un nuevo ser humano, que cuando menos contribuirá al bienestar de nuestra sociedad como lo hacemos casi todos, habrá que ayudar a las madres gestantes para motivarlas a tener sus hijos, económicamente, sanitariamente, psicológicamente y con cualquier otro tipo de apoyo que fuera necesario.
El aborto es un fracaso de la sociedad y no debemos potenciar nuestros fracasos, sino nuestros éxitos, nuestros hijos son nuestros éxitos, la vida humana es el mayor éxito de la sociedad, una mujer embarazada debe ser protegida, mimada y ayudada para que saque adelante y hasta el final su estado de gracia, no para que se vea abocada a tener que acabar de forma brusca con lo que seguramente será su mayor alegría en el futuro, para ella y para la sociedad. Evidentemente que en la sociedad se cometen errores, evidentemente que hay personas con malas inclinaciones, evidentemente que tenemos prisiones para esconder a aquellos que no trabajan por el bien de la sociedad, pero todos estos males no justifican en absoluto que alentáramos o protegiéramos el hecho de acabar con la vida humana sea futura o presente. No podemos amparar, de ninguna de las maneras, ni el aborto ni el infanticidio.
Para finalizar, están aquellos que le otorgan a la mujer en exclusividad el derecho a decidir si quiere continuar con el embarazo o por el contrario abortar. Pero son las mujeres, las primeras que reivindican constantemente y con razón, que los hijos no son sólo de la madre, también tienen un padre con responsabilidad en su crianza, educación, manutención etc. etc. ¿Porqué no tiene ninguna responsabilidad, ni decisión cuando se trata de mantenerlo con vida o acabar con ella?. Y ¿porque la sociedad que verá crecer y convertirse en un nuevo miembro el fruto de ese embarazo no tiene tampoco nada que decir?. Además el derecho de una persona tiene como limite el derecho de otro y por supuesto, para mí el derecho a la vida futura del feto es superior al derecho a la madre a matarlo. Nadie tiene derecho a matar, salvo que sea en defensa propia y para que exista esta la defensa no debe ser desproporcionada al daño que se le iba a causar. Luego queda claro que nunca estaría justificado el aborto salvo en caso de peligro para la vida de la madre.
A continuación de esta parrafada vendría el argumento de los proabortistas, que en muchos casos coinciden con los defensores de la humanidad de los primates,como los chimpancés, sin embargo ponen en duda que un feto humano sea persona y por tanto sujeto de derechos y con ese argumento se puede quitar de enmedio tan solo con la decisión unánime de su madre.
Por supuesto no me cabe ninguna duda de que las mujeres gestantes que deciden abortar lo hacen porque no encuentran salidas para su situación, no porque sean asesinas ni frívolas como para no tener en cuenta la importancia del acto que van a llevar a cabo y es por ello que es obligación de nuestra sociedad, dar a estas mujeres en apuros todo tipo de ayudas, información y facilidades para que no hagan aquello que con todos los datos en la mano no quieren hacer.
Acabo de leer un artículo que habla de una operación que se le hizo a una niña cuando aún estaba en el útero materno, la noticia es espectacular, todo el mundo se puso contento cuando la operación fue un éxito, la sociedad reconoce el gran merito del equipo médico que por primera vez hizo ese tipo de operación, hoy tiene dos años y corretea por el parque mientras a sus padres se les cae la baba. Pero ¿porqué esta niña tuvo derecho a que se intentara por todos los medios que fuera viable y pudiera en el futuro corretear y sin embargo a otros no se les da esta opción?. Y aunque naciera con defectos y supiéramos que esto iba a ser así ¿quienes somos nosotros para decidir sobre la vida o la muerte de ese ser humano? Porque si no es un ser humano ¿Qué es?.  Es acaso un feto un exceso de grasa que se quita con una liposucción y listo o tal vez sea un tumor maligno que hay que eliminar a toda costa. Quizá sea un bulto de grasa maloliente y pútrida. Pero si no es nada de eso y tampoco es un ser humano ¿qué es?. Esta es la discusión fundamental sobre el aborto ¿Si o no?
Pero hay verdades incontestables y es que para la existencia de la vida humana, hay todo un proceso que todos conocemos y que es imprescindible que se cumpla desde el principio hasta el fin y la interrupción voluntaria de este proceso, no es deseable para una sociedad, es como interrumpir el desarrollo de la propia sociedad. La sociedad protege la vida de sus miembros, pero si la sociedad permite el aborto y no protege la vida de sus futuros miembros, en cierto modo, se está negando a sí misma, está negando su propia razón de ser, la sociedad existe para proteger, mejorar y sublimar la vida de sus miembros, incluidos los futuros.