Las visitas
al cementerio suelen ser difíciles para las familias que van a este lugar a recordar a sus seres queridos. Pero si a esto se suma el tener que enfrentarse a un nicho al que le han robado las flores, el momento se torna aún más doloroso y la impotencia es el sentimiento que mejor describe la experiencia. Esto ocurre en el camposanto de Ceuta, en
Santa Catalina. “¿Tan bajo hemos caído de robar a un muerto?”. Esta es la pregunta que se hace Javier Armuña, quien cuenta que
la inseguridad en el cementerio ha llegado a tales niveles que hasta las flores desaparecen. “Se están produciendo robos en la zona de los columbarios”, asegura. “Llegas allí, llegas al cementerio y ya es un momento duro porque vas a ver a tus padres que están allí, que ya es demasiado, vas a para estar un ratito con ellos y darte cuenta que le han robado, te quedas como impotente”, expresa.
De manos atadas
Armuña se siente indignado y al mismo tiempo con las manos atadas ante lo que está ocurriendo. Explica que “llevamos tiempo echando en falta la flores que ponemos a mis padres”. Tras enterrar a su madre el pasado 31 de julio y dejarle un centro de flores en su nicho, no entiende cómo este duró apenas cuatro días, pues algún desconocido se lo llevó sin mayores explicaciones. “Estuvo el señor de las lápidas dos días después haciendo pequeños arreglo y me envió una foto de cómo había quedado y estaba el centro de flores. Al día siguiente fui a ver el arreglo y no estaba”, cuenta el hombre.
Más robos y más impotencia
Pero esto no quedó ahí, pues a la semana siguiente Armuña volvió con más flores, “y a los pocos días habían desaparecido”. La semana pasada regresaron “y ya ni las secas estaban y también se habían llevado la espuma verde donde se pinchan las flores”. Otra amarga experiencia fue durante el cumpleaños de su padre, cuando colocaron un centro con una tira con el siguiente mensaje: ¡Felicidades Papá! “Nos dejaron las flores pero se llevaron la tira”, denuncia. Ahora en Madrid, es una prima de Armuña la que se encarga de los nichos de su padre y a su madre y la que sigue notando que los robos no han cesado. Para Armuña lo que está ocurriendo es “una falta de respeto hacia los que ahí están descansando”. No obstante, el afectado señala que no han comunicado al personal del cementerio la situación, pues creen que la respuesta será que “ellos no están para ver si alguien se lleva las flores”.
Denuncia el estado en el que está el cementerio
Aprovecha la oportunidad para quejarse del estado en el que se encuentra el camposanto. “Se ve el cementerio descuidado, en la zona donde están los nichos de mis abuelos
está todo roto, destrozado, no hay nada de cuidado, donde están los nicho de mis abuelos, eso se va a caer”. Armuña da cuenta de jarrones rotos y otras tantas irregularidades sobre las que se deberían tomar cartas. “
El Ayuntamiento debería ver que hay zonas que están en un estado lamentable”.