Seis meses después de los sucesos de Barbate (Cádiz) 61 vestigios acorralan a los supuestos autores de la muerte de dos agentes de la Guardia Civil en una patrullera que el pasado 9 de febrero fue embestida por una narcolancha, cuyos tripulantes han sido identificados.
Después de que se comprobara que la primera narcolancha sospechosa, pilotada por Francisco Javier M.P., alias Kiko el Cabra, no fue la que arrolló a la patrullera y que ninguno de los detenidos en primera instancia -seis en total, uno de ellos de Ceuta- no participaron en los hechos de la noche de ese 9 de febrero, las pesquisas no han cesado y siguen dando resultados.
Los seis detenidos fueron puestos recientemente en libertad por el juez que instruye el caso, en tanto que prosiguen las investigaciones de una pieza separada, que ya están dando resultados, como la identificación del piloto de la embarcación, cuyo nombre es Karim, y de sus acompañantes aquella noche, según indican a EFE fuentes próximas a la investigación.
Unas pesquisas que llevan a cabo agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) del instituto armado y de la Policía Judicial de la Comandancia del Cuerpo en Cádiz.
Ahora es la embarcación pilotada por Karim la sospechosa y sobre la que giran las pesquisas. Fue intervenida el pasado día 17 de marzo por agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Huelva, cuando navegaba a 20 millas náuticas al sur de la playa de La Antilla, en la provincia onubense.
Transportaba 94 garrafas de gasolina, con un peso total de 2.350 litros aproximadamente, por lo que se imputa a la tripulación delitos contra la salud pública y contrabando.
Se trata de una embarcación neumática semirrígida de cuatro motores y peso de 7.000 kilos aproximadamente, con daños que pueden ser compatibles con los impactos contra la patrullera de la Guardia Civil.
61 vestigios que pueden delatar a los autores
De todos modos, los investigadores del instituto armado están convencidos de que esa narcolancha, la incautada en Huelva, fue la empleada por los autores de los hechos, que intentaron camuflarla quitando la cinta que cubría su antena para desviar así la atención de los investigadores, recalcan a EFE las fuentes consultadas.
Un total de 61 vestigios se han recogido en la minuciosa inspección realiza por la Guardia Civil, que busca ahora ADN de los autores entre las numerosas evidencias recopiladas por el Servicio de Criminalística del cuerpo, incluidas en un informe al que ha tenido acceso EFE.
Fragmentos del casco de la narcolancha con raspones, las hélices, tubos de dentífrico, medicamentos como aerosoles, botes de vaselina, de yogur, pasamontañas, botellas de agua, un jersey, bote de champú, guantes, zapatillas deportivas, mecheros, regaliz... son algunos de los objetos recogidos en la inspección.
Las declaraciones de los primeros detenidos apuntan a Karim y sus tres compinches
Después de ser puestos en libertad, el pasado 25 de julio comparecieron los primeros detenidos por estos hechos en el juzgado de Barbate que investiga el caso. Lo hicieron dentro de una pieza secreta abierta sobre estos hechos.
Según las fuentes consultadas por EFE, en esa comparecencia en calidad de testigos, los seis detenidos aportaron datos "reveladores" que estrecha el cerco sobre Karim y sobre sus tres acompañantes.
Por tanto, la detención de estos cuatro podría estar más cerca, toda vez que los investigadores los tienen identificados.
Cinco días después de esa comparecencia en el juzgado, la autoridad judicial dejó en libertad, tras un acuerdo con la Fiscalía, a los seis tripulantes de la primera narcolancha sospechosa y que estaban en prisión desde el pasado febrero, cuando su embarcación fue confundida con la que embistió en el puerto de Barbate a la patrullera.
Los seis permanecían en prisión provisional ya que, aunque se descartó que su narcolancha fuera la que embistió a la patrullera, eran investigados por delitos de contrabando, pertenencia a organización criminal, resistencia y desobediencia.
Los autores podrían ocultarse en Marruecos
Karim ya había sido señalado por algunos acusados, testigos y defensas como el piloto de la narcolancha que mató a los agentes David Pérez y Miguel Ángel González. Los autores podrían ocultarse en Marruecos.