El incivismo por una parte de la ciudadanía parece no tener fin. A pesar de las distintas campañas de concienciación por parte del Ejecutivo de Ceuta, parece que romper el mobiliario urbano es el divertimento preferido de algunos vándalos. A un problema ya más que conocido como es el de la quema de contenedores y chatarras en distintas partes de nuestra ciudad, ahora se suma el de romper las nuevas sombrillas que la Consejería de
Medio Ambiente ha colocado para la temporada de baño.
En esta ocasión, estos primeros destrozos aparecieron en la
playa del Tarajal y la
Almadraba, donde ya han tenido que ser respuestas en varias ocasiones. Una situación difícil de sostener, si tenemos en cuenta que nos encontramos todavía en julio y con todo el verano por delante.
Por ello, los operarios de la Consejería de Medio Ambiente, liderada por Yamal Dris, han colocado varias partes superiores de las sombrillas, las famosas hawaianas que habían colocado este año por primera vez y que han sido las elegidas por los incívicos para romper sin miramiento alguno.
Los vecinos que acuden asiduamente a estas playas ya habían reclamado que se repusieran a la mayor brevedad para que les aportara sombra en las horas de más calor. La problemática reside que no es la primera vez que ocurren estos hechos, y es que hay más sombrillas en otras partes de la ciudad que se encuentran en las mismas circunstancias.
Este incivismo se está multiplicando por cada punto de Ceuta. Sin ir más lejos,
hasta tres de las últimas mesas que se colocaron en el merendero de Aranguren desparecieron este fin de semana, además de que una cuarta estaba ya prácticamente desatornillada, tal y como denunció un ciudadano tras comprobar lo acontecido. También intentaron apropiarse de un árbol, en concreto un acebuche que forma parte de la última repoblación que se llevó a cabo en este lugar.
Incivismo al fin al cabo, una lacra que parece no tener fin en Ceuta a pesar del esfuerzo de las autoridades por perseguir estos hechos.