Cuando las llamas se empecinaron en arrasar con decenas de hectáreas en el corazón de García Aldave y los Bomberos luchaban cuerpo a cuerpo contra el fuego, hubo quienes, como Unidad de Reacción militar de adiestramiento y Disponibilidad Permanente, se activaron para prestar todo el apoyo posible. Eran ellos, los legionarios, a los que les había tocado cubrir el fin de semana este servicio de 24 horas que funciona en Ceuta y Melilla.
El coronel jefe del Estado Mayor, Diego Martínez Cañabate, estuvo al mando y hoy, cuando el fuego ha sido declarado oficialmente extinguido, recuerda para FAROTV esos momentos de tensión que tuvieron en vilo a toda la ciudad.
“El incendio se originó en las proximidades de algunos de nuestros acuartelamientos. Prácticamente fuimos nosotros los que iniciamos una preactivación con nuestra Unidad de Reacción que va rotando por todos las unidades de la Comandancia. Fue la primera que intervino. Se nos autorizó acudir al lugar de los hechos con una mínima parte de los efectivos ya que la activación fue progresiva”, ha explicado.
Batalla contra el fuego
Una de las secciones se acercó al lugar contactando con los Bomberos que trabajaban ya en la situación para colaborar en todo lo que se necesitaba, que era mucho, porque allí, en plena batalla contra el fuego, lo que se requería eran manos. Al final toda la compañía se tuvo que implicar porque las instalaciones militares próximas estaban expuestas al peligro debido al avance de las llamas.
“En principio lo que hicieron fue ponerse a su disposición para realizar labores de apoyo, no para luchar activamente contra el fuego porque no es nuestra misión. Ese fue el inicio. Después el incendio fue extendiéndose y el fuego se coló en alguna de nuestras instalaciones. Fue necesario la activación progresiva del resto de unidades de adiestramiento y disponibilidad permanente, que es tipo compañía y la manda un capitán. Finalmente se activó la unidad completa porque hubo que luchar de lleno ya, y de forma activa, contra el fuego en las instalaciones del Serrallo, ya que saltaron hasta allí las llamas”.
La Unidad que estaba en el acuartelamiento Pardo de Santayana también se activó porque prácticamente los militares estuvieron rodeados por el fuego. “La Unidad que estaba allí tuvo que activarse porque estuvieron semi rodeados por las llamas. Hubo suerte y no llegaron”, añade el coronel, quien estuvo en el centro de control de emergencias que se dispuso en el Mirador de Isabel II por si existía la necesidad de aumentar o disminuir el apoyo que se estaba prestando desde la Comandancia General de Ceuta, teniendo informado en todo momento al comandante general, Javier Sancho Sifre de lo que iba sucediendo. Allí se concentraron mandos de la Guardia Civil, Policía Local y los dirigentes de la Ciudad y Delegación del Gobierno, además de otros Cuerpos de emergencia que eran necesario que se activaran.
Los peores momentos vividos
“Estábamos pendientes del estado de nuestras instalaciones militares porque ahí sí que teníamos que intervenir. Los medios aéreos, el helicóptero, fue fundamental ante las llamas que habían penetrado en el Serrallo”, expuso.
Hubo momentos de tensión, en los que el riesgo era evidente para todos. Para los vecinos de las viviendas próximas, para los militares y para los Bomberos que tenían que evitar que la tragedia que ya se percibía fuera mayor.
“Ante todo hay que mantener la calma. Estaba pendiente de todos los daños que causaba el incendio. Ceuta es bien común para todos, las unidades hubieran estado dispuestas para, de superarse las capacidades de Bomberos, haber participado. Estábamos pendientes de la activación de la UME, que es algo competencia de la Ciudad”. Desde el puesto de mando “lo vi con cierta tranquilidad dentro del desastre que se estaba produciendo pero que se estaba pudiendo con él”.
Hubo momentos de cierto alivio. El coronel Cañabate los recuerda: “Fue con la llegada del avión que supuso un antes y un después” en el incendio. Otros, en cambio, fueron de auténtica crisis: “El momento más crítico fue cuando se marchó el helicóptero. El problema fue que tuvo que irse a repostar, en la península, cumpliendo así el protocolo. El momento que va entre que nos quedamos sin medios aéreos y volvieron fue el más crítico”, recuerda el coronel. “Yo donde tenía más miedo era en que esas llamas que se veían en las inmediaciones del pantano más cercano a Pardo de Santayana pudiesen pasar al segundo e incrementarse en la dirección que le estaba llevando el viento”.
La institución militar tiene claro que debía ofrecerse a las labores desarrolladas en un momento tan crítico porque lo que se estaba perdiendo era el patrimonio de todos.
Cuando la situación estaba más controlada, sobre las ocho de la tarde, estuve con ellos y los legionarios estaban muy motivados
“Siempre que tengamos una oportunidad de poder hacer algo lo haremos. El patrimonio que se estaba perdiendo es el de todos. No es inicialmente nuestra misión pero estábamos en labores de apoyo al cien por cien y los legionarios estaban muy orgullosos, haciéndolo sin ahorrar un átomo de esfuerzo”.
Después de las llamas llegaron los momentos de las reflexiones. De hablar sobre lo sucedido. De recordar los momentos críticos sufridos. “Los legionarios estaban dejándose toda la carne en el asador, sacando agua y extinguiendo las llamas como podían. Cuando la situación estaba más controlada, sobre las ocho de la tarde, estuve con ellos y los legionarios estaban muy motivados”.
Precisamente en redes sociales se ha iniciado una campaña de recogida de firmas para que se otorgue la Medalla al Mérito de Protección Civil a los legionarios. “Los reconocimientos son siempre bien venidos, pero siempre estaremos dispuestos a hacerlo los tengamos o no. Estamos siempre dispuestos a lo que se nos pida. Los legionarios pedían que se les emplease para cualquier cosa. Si se nos reconoce... bien, pero nosotros estamos muy satisfechos por la labor que hemos hecho”.
Gracias por la gran labor de colaboracion y ayuda a los bomberos, aunque en las redes hay un LEGIONARIO que no opina lo mismo...MUCHAS GRACIAS, Y V I V A LA L E G I O N