Los agentes de la autoridad de la ciudad marroquí de Tánger continúan con la guerra declarada a las sustancias estupefacientes y en los últimos días han logrado incautar una gran cantidad de hachís, además de diferentes pastillas alucinógenas.
La primera de las incautaciones se llevó a cabo junto a la estación de autobuses de la localidad norteña del país vecino, cuando los agentes de seguridad frustraron el contrabando de una cantidad importante de drogas, que viajaba en un vehículo en forma de fardos.
Según ha indicado el medio digital marroquí al3omk.com tras consultar fuentes oficiales, la operación de desarrolló tras una emboscada bien planificada, donde los agentes de la policía judicial lograron acorralar a un automóvil cargado con cuatro fardos de hachís.
Las mismas fuentes añadieron que los miembros de las fuerzas de seguridad del reino alauita confiscaron 120 kilogramos de hachís y detuvieron a dos personas en posesión de esta sustancia estupefaciente.
Asimismo, señalaron que las incautaciones fueron trasladadas a la sede de la Wilaya de Seguridad de Tánger, mientras que los detenidos fueron puestos bajo custodia policial bajo la supervisión del fiscal.
Casi 7.000 pastillas incautadas
Por otra parte, este pasado miércoles también se realizó la detención de tres personas entre ellas una joven menor de 16 años, por sospechas de estar involucrados en la posesión y venta de drogas y sustancias estupefacientes, en concreto con pastillas.
Según datos, los sospechosos fueron arrestados en Tánger en flagrante delito por posesión y tráfico de drogas, ya que se les encontró en su poder 3.460 pastillas de droga, entre las cuales había 2.460 pastillas medicinales del tipo Rivotril y 1.000 pastillas de Éxtasis.
Además, durante las labores de inspección se decomisó un arma blanca y una cantidad de dinero en efectivo que se sospecha proviene de esta actividad delictiva.
Asimismo, según las informaciones recogidas por le12.ma, el registro de los sospechosos en la base de datos de la policía nacional mostró que uno de ellos tenía una orden de búsqueda a nivel nacional emitida por los servicios policiales judiciales en Tánger.
Los sospechosos fueron sometidos a una investigación judicial que se lleva a cabo bajo la supervisión del fiscal competente, con el fin de esclarecer todas las circunstancias y detalles de este caso, así como identificar otras posibles extensiones relacionadas con esta actividad delictiva.