El puerto de Tánger Med, considerado el primero de África, inauguró este viernes una nueva extensión que triplicará el tráfico del complejo portuario en un plazo de seis años hasta los nueve millones de contenedores, con lo que le convertirá en el mayor puerto de todo el Mediterráneo.
La inauguración estuvo presidida por el príncipe heredero Mulay Hassan, que representó a su padre, el rey Mohamed VI, promotor de este megaproyecto lanzado en 2007 y que por razones desconocidas faltó a la ceremonia pese a que era esperado tanto este jueves, fecha inicial prevista para la inauguración, como el viernes.
Tánger Med se encuentra a 50 kilómetros al este de Tánger y cerca de la ciudad española de Ceuta, frente a las costas del sur de España, visibles en todo momento del año.
Sus 160 hectáreas y 2.800 metros de atraque suponen la mayor infraestructura de Marruecos y es visible desde varios kilómetros a la redonda.
Competir con Algeciras
Aunque nadie lo dice oficialmente, su vocación es competir con Algeciras, el otro gran puerto del Estrecho de Gibraltar.
La nueva fase, cuyas obras comenzaron en 2010, viene a reforzar la capacidad del primer puerto Tánger Med 1 operativo desde 2007 y que cerró el año 2018 con un tráfico de 3.472.451 contenedores, con un crecimiento del 15% respecto a la capacidad normativa del puerto.
El nuevo puerto ampliado va a permitir su conexión con 186 puertos de 77 países distintos, y su volumen de intercambios está cada vez más orientado hacia África, destino del 40% de su tráfico (siendo el resto Europa y Asia, principalmente).
El presidente del Consejo de Supervisión de la Agencia Especial de Tánger Med (TMSA, siglas en inglés), Fouad Brini, dijo en la ceremonia de inauguración que se trata de "un puerto estructurador", en referencia a las 912 empresas que se han instalado alrededor del puerto, que han permitido además la creación de 75.000 empleos directos.
La nueva extensión permite atracar a los buques más grandes del mundo, cuya capacidad podría llegar a 400 metros de longitud y los barcos que tienen una capacidad de almacenamiento de 22.000 contenedores.
Según dijo Rachid Houari, director general de Tánger Med, la ventaja principal del nuevo puerto es su "desviación cero", que significa que los buques pueden ganar mucho tiempo porque la maniobra completa de entrada o salida no será superior a una hora (puso como ejemplo las 24 horas que un buque necesita en Valencia, actualmente el mayor puerto mediterráneo).
La segunda ventaja consiste en contar con una terminal automatizada, la primera del continente africano, que permitirá la gestión de los contenedores desde una especie de sala de control central y que no va a eliminar mano de obra -aseguró- sino que obligará a su mayor cualificación.
Brini dijo que la nueva fase de TangerMed "va a situar a Marruecos en la escena marítima internacional", pero incluso fue más lejos: por sí solo, el puerto ha permitido a Marruecos pasar del puerto 83 al 17 en la clasificación de la "conferencia de la ONU para el comercio y el desarrollo".
2.500 millones de euros
La inversión necesaria para la nueva fase ha sido de 2.500 millones de euros, la mitad de procedencia pública y la mitad privada; de estos últimos, el gran inversor es la holandesa APM Maersk, líder mundial en el sector y operador de la que es ya la mayor terminal de todo el puerto, capaz por sí sola de tratar casi cinco millones de contenedores.
La inversión total de todo Tánger Med ha rondado los 8.000 millones de euros, de los que 5.300 fueron aportados por operadores privados.
El valor global del flujo de importaciones y exportaciones tratados por Tánger Med en 2018 alcanzó los 317.000 millones de dirhams (29.000 millones de euros).
Junto a las dos fases, este complejo portuario cuenta con una plataforma de pasajeros por la que transitaron el año pasado un total de 2,8 millones de viajeros.