El Salón de Actos del Campus acogió el solemne acto en el que se distinguió a los recién licenciados y graduados gracias a la Universidad de Educación a Distancia
El Centro de la UNED en Ceuta celebró ayer el acto de apertura del curso académico en el salón de actos del Campus. Estuvo presidido por la secretaria general de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, Beatriz Badorrey, y el director del Centro en Ceuta, Francisco Javier González, que se mostró satisfecho por los resultados conseguidos el pasado curso e ilusionado por los grandes retos que tiene la UNED por delante este curso. El acto contó también con la lección inaugural a cargo del catedrático de Informática y Automática de la UNED, Sebastián Dormido. El broche de oro lo puso la Asociación Coral de Ceuta ‘Andrés del Río Abaurrea’ que interpretó con maestría el ‘Veni Creator’ al principio del acto y para finalizar el himno de Ceuta y el ‘Gaudeamus’.
Tras la lección inaugural, los máximos responsables de la UNED impusieron las insignias y distinciones a los alumnos que han finalizado sus estudios de Licenciatura, Grado, Diplomatura y Máster y se entregó el diploma correspondiente a los estudiantes que han finalizado el CAD.
La lección inaugural vino de la mano del catedrático Sebastián Dormido quien disertó sobre la importancia que ha tenido a lo largo de la historia la automatización de las tareas que antes hacía el ser humano. El binomio entre lo natural y lo artificial ha acompañado a la historia misma de la humanidad a lo largo de los siglos, en algunas etapas con más acompañamiento que otras, pero que cada vez, con la irrupción de las nuevas tecnologías está cobrando más peso.
El catedrático explicó que la dicotomía entre ambos conceptos siempre se ha visto retroalimentada entre sí. De tal manera que el automatismo, la automatización, en definitiva la Automática como disciplina científica se consolida durante la II Guerra Mundial “cuando se llegó al convencimiento de que el binomio ciencia-tecnología podía tener un impacto drástico sobre las demandas de la guerra. El desarrollo estuvo fuertemente estimulado por los equipos multidisciplinares que se formaron. La fuerza motriz más importante vino del desarrollo del radar y del control de los cañones antiaéreos”.
En definitiva, se puede concluir que la ciencia en general y las ciencias naturales en gran medida se ocupan del mundo natural, mientras que la tecnología se ocupa del mundo artificial. El concepto de “realimentación”, eje de la lección inaugural de ayer, tiene aplicación en muchas disciplinas del conocimiento humano, sostuvo Dormido. Al catedrático no le cabe duda de que este concepto aún tiene mucho recorrido por delante, por ello es su campo de investigación, pero añadió que “su conocimiento y estudio merece la pena y los avances que se produzcan, la ‘Automática, que es donde la realimentación encuentra su hábitat natural, tendrán una importancia crucial para el bienestar y desarrollo futuro de nuestra sociedad”, concluyó Dormido.