Marruecos quiere recuperar el tráfico de mercancías que hace dos meses cortó España a través del
paso Tarajal II, al no aceptarse el tráfico de almendras, pero con imposiciones. De momento ya ha perfilado una serie de medidas que se presentan como la exigencia perfecta para que permita que vuelva a haber tráfico de personas cargadas de mercancía. Así, dejará únicamente la entrada de hombres o mujeres que porten dos bolsas, medida también extendida a los denominados coches patera en donde ese número se elevará a cuatro.
Se va a extremar el control sobre quienes dicen ser porteadores, negando la entrada a los que no están residiendo legalmente en el norte y son originarios de la zona, para lo que se llevará a cabo una comprobación exhaustiva de los pasaportes después de la criba que se llevó a cabo hace unos meses que llevó a la retirada de personas del sur que se habían empadronado ilegalmente en barrios como la Condesa.
Se impedirá que se formen colas en Bab Sebta para entrar en nuestra ciudad, impidiéndose los asentamientos de hombres o de mujeres que dormían en la carretera y que llevaron a que en los últimos se hayan producido dos muertes por caídas. Habrá un control sobre los almacenes en donde se depositan las mercancías que proceden de Ceuta para legalizarlos o incluso inspecciones severas sobre este tipo de comercio. Queda por saber qué tiene que decir España a estas propuestas que no han sido trasladadas a los empresarios de nuestra ciudad.