El intenso trabajo desarrollado durante los últimos meses por la Dirección General de Recursos Humanos que lidera Emilio Carreira en la consejería de Presidencia de Alberto Gaitán culminó ayer uno de los hitos marcados para el principio de esta legislatura: el comienzo de la negociación con los sindicatos de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) de la Ciudad, una carencia histórica de la administración autonómica que parece que por fin podrá ser subsanada por la vía del diálogo y el consenso.
El documento debe venir a poner orden en un ámbito, el de personal, que durante demasiado tiempo ha carecido de todo el rigor que debería haber presidido su manejo, dando pie a una organización y un reparto de retribuciones no del todo coherente.
El principio de no perjudicar a nadie sobre el que se ha asentado la elaboración del documento es positivo para no generar conflictividad social. Que además permita, como se anuncia, hacer efectivo el principio de a igual trabajo, iguales emolumentos, también es un rasgo positivo de su implementación.
La valoración de los puestos de trabajo debe erradicar también las diferencias actuales entre las remuneraciones de personas que desempeñan funciones equivalentes o con idénticos rangos solamente por su trayectoria individual.
Esos complementos se transformarán ahora en extinguibles y se calcula que el relevo generacional dejará un ahorro de alrededor de un millón de euros para las arcas públicas nada desdeñable. Números aparte, lo más trascendente para el interés general será que la RPT sirva verdaderamente para dar estructura a una administración moderna, eficiente y útil para el conjunto de los ceutíes.