La Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (FAMPA) de Ceuta espera cita con la directora provincial del Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) para trasladarle una reivindicación que debería ser unánime de la sociedad caballa: garantizar a todo el alumnado, especialmente a aquel con necesidades especiales, las mismas oportunidades para desarrollar todo su talento.
La administración ha realizado durante los últimos años un esfuerzo loable para la apertura de aulas TEA y abiertas específicas en distintos centros, pero tiene que ir un paso más allá y dotar a todos los colegios e institutos con ese recurso, del que no se puede privar a algunos alumnos por el mero hecho de no haber obtenido plaza en uno u otro centro.
No hay excusa para no hacerlo si, además, como ha trasladado el ministerio al colectivo de familias del estudiantado, para lograrlo no sería necesario un aumento del cupo docente, impedimento que en ningún caso podría, por otro lado, justificar la no ampliación de esas aulas.
La ciudad autónoma cuenta actualmente, según los últimos datos oficiales, con alrededor de un millar de estudiantes con necesidades educativas especiales, casi 200 con algún tipo de trastorno del espectro autista, escolarizados en el CEE San Antonio o integrados en los demás centros.
La atención a esos niños, que también repercute sobre el resto de sus compañeros, debe asegurar los mejores estándares de calidad y recursos y de ninguna manera puede verse lastrada por limitaciones de naturaleza económica a la hora de abordar la construcción de nuevas infraestructuras o de contar con los recursos humanos especializados necesarios.