La potenciación del sector turístico cultural y con clara intención de desarrollar los valores históricos y naturales de nuestro territorio emergido y sumergido siempre ha sido una temática recurrente en nuestros escritos de opinión. Si bien, en el anterior escrito, pusimos de manifiesto como entendemos el marco conceptual necesario que debería presidir los planes de actuación para el desarrollo de una política turística con ciertas garantías de éxito en la marinera ciudad.
Como ya expusimos el sábado anterior, son evidentes los esfuerzos llevados a cabo para ofrecer algunas pinceladas turísticas sobre la dilatada y milenaria historia de Ceuta. Las rehabilitaciones y aperturas de espacios históricos donde nos podemos reconocer los ceutíes a lo largo de los siglos nos recuerdan el interés de la administración local. Pero también es necesario reconocer que nos queda un enorme trecho por recorrer si realmente se desea tomar en serio el turismo cultural. Es necesario por tanto volver a insistir a la administración municipal y también a la estatal bien representada en nuestra ciudad que se tomen esta cuestión con la suficiente seriedad y aparquen las ocurrencias e improvisaciones a las que nos tienen acostumbrados. En la política turística es necesario un cambio de rumbo para poder generar tejido económico original que apueste, esta vez de verdad, por el patrimonio histórico y sobretodo por el abandonado medio natural. Las carencias de las administraciones son muchas y variadas pero también es cierto que existen talentos e ideas en Ceuta como para aportar líneas de trabajo y colaboraciones que vayan creando ese semillero necesario para crear un marco de actuación propio y original, “made in Ceuta”.
Nuestra asociación, y tantas otras con arraigo y buen sentido, no nace para oponerse al desarrollo de un territorio sino más bien para aportar lo que pueden y deben en el mantenimiento y la conservación de nuestros bienes territoriales que son junto con la mentalidad, el inconsciente colectivo y la historia humana y natural de la ciudad y su entorno los que dan parte del sentido de existencia a nuestras vidas. Es cierto que reaccionamos en contra de la destrucción física e inmaterial de Ceuta y nos oponemos enérgicamente a las políticas desarrollistas que premian la codicia destruyendo, transformando y simplificando nuestro sagrado territorio.
Es bien sencillo de entender, amamos todo lo que significa Ceuta y nos identificamos plenamente con el territorio norteafricano que ha conformado una parte significativa de nuestra identidad. Es evidente que en este punto no nos diferenciamos de la mayor parte de los que están al frente de la gestión municipal y por extensión de buen parte de los que viven aquí. De este manera, continuamos intentando aportar nuestro granito de arena a la conservación de todo lo bueno y salvaje que queda en Ceuta y nos volvemos a inquietar y preocupar cuando se hacen proclamas improvisadas que se deciden en lugares cerrados donde fluye poco el viento y se echa de menos el buen criterio. Nuestra opinión no va contra nadie ni pretende minusvalorar los esfuerzos en la captación de fondos europeos y nacionales por parte de la burocracia municipal. Solo indicamos que el ámbito burocrático no es generador de ideas per se sino más bien canalizador de propuestas y vehículo legal para llevar a cabo lo que es posible realizar conforme a las variadas cortapisas de los marcos legislativos en estados tan antiguos como el español. En cualquier caso, tanto el señor alcalde como la señora delegada hacen mal, muy mal, dando la espalda a todas las ideas que se están promoviendo desde la sociedad civil para el desarrollo del turismo cultural. De todo se puede sacar una lectura positiva y ejercer crítica constructiva que ayude a tomar mejores decisiones entre todos siempre que se crea en una democracia avanzada que aproveche la participación ciudadana.
Hablemos de la famosa proclama vendida a la prensa como el “caminito del rey en el Monte Hacho”. Al parecer se desea hacer algo por el mentado promontorio. Pensamos que semejante obra alrededor de los acantilados del Monte Hacho no forma parte de las ideas más afortunadas por variados motivos, entre ellos la propia seguridad de los futuros senderistas. Sin embargo, si que creemos que es el momento de impulsar la idea del Monte Hacho como espacio cultural del que tanto hemos estado insistiendo desde esta tribuna de opinión y también en algún despacho de la administración local. Nuestro monte lo tiene todo para convertirse en un gran atractivo para el turismo inquieto y ya lo es en clave local para todos los que disfrutamos de este singular espacio. Como estrategia turística sería muy interesante crear el parque cultural que incluyera un geo-parque que tanto merece el promontorio montañoso por sus variadas singularidades geológicas y devenir tectónico. Ya contiene un espacio marino y litoral protegido por la UE y no le faltan lugares históricos emblemáticos en el que poder contar las particularidades oceanográficas, geológicas y biológicas del LIC. Está plagado de historia y de monumentos aislados alrededor de su perímetro que cuentan relatos de diversos usos del litoral a lo largo de la historia y además contiene el sellado de un antiguo vertedero con intenciones de servir de lugar de ocio y esparcimiento. Con suficientes recursos económicos se podría poner en funcionamiento la Sirena de Punta Almina como lugar de encuentro y centro de interpretación del Monte Hacho y se podrían proponer diversas rutas históricas y naturales a partir de este estratégico lugar. Con un plan bien ejecutado, el Monte Hacho pronto podría ser un lugar saneado (hace mucha falta porque hay mucha porquería esparcida por el litoral y las vaguadas) y señalizado en el que sí se podrían construir accesos adecuados para asomarse a lugares concretos para disfrutar de los bienes paisajísticos del lugar, dentro de una ruta coherente con puntos de información sobre los bienes históricos y naturales que se pueden observar. Nuestro monte contiene tantos atractivos y diversidad de propuestas que solo un concienzudo plan de desarrollo turístico podría realizarlo con ciertas garantías. Contiene lugares sagrados tanto para cristianos como para musulmanes y desde el punto de vista del trascendentalismo natural ya tenemos bibliografía que lo ensalza y lo señala como un santuario para la renovación de la vida y la conexión con la eternidad. En sus aguas, se practican actividades compatibles con la conservación del medio como son los paseos litorales con equipos ligeros de buceo; el propio buceo recreativo convencional; recorridos en kayak y la natación en aguas abiertas. Los paseos litorales y las actividades deportivas de corredores, caminantes y ciclistas son constantes incluso en días de fuerte viento de levante. Hay un museo militar activo en el promontorio del Desnarigado que se podría renovar para contar mucho de la historia militar en el contexto del Camino de Ronda y contamos con el parque de San Amaro y con la fortaleza militar y sus murallas. Hay restos de lienzos de muralla a lo largo del frente litoral cerca del Cementerio de Santa Catalina.
No estamos contando nada nuevo solo hace falta atreverse a dar un paso en la dirección que se propone con los matices que se quieran y las posibilidades que los presupuestos permitan. Ello requiere sobre todo creer en Ceuta y en el talento y las ideas que se generan en nuestra sociedad civil. Para llegar a generar atractivo turístico en el ámbito del patrimonio que ofrezca oportunidades de desarrollo económico en este sector estratégico debemos dejar de improvisar, contar con todas las ideas y talentos y preparar nuestro territorio como se merece.
Totalmente de acuerdo, nuestro monte Hacho tiene una gran riqueza natural y bellísimos paisajes que se pueden disfrutar sin nececidad de dañar irreversiblemente los acantilados para"copiar" el Caminito del Rey. Lástima que muchos vecinos de esta ciudad no los conozcan y que, los que valoramos y nos acercamos a esos parajes tengamos que hacerlo sorteando todo tipo de basuras, excrementos, enseres abandonados y demás cochambre pestilente y contaminante.... menos proyectos nuevos y más mantenimiento, conservación y adecuada
gestión de lo que ya tenemos..
Totalmente de acuerdo. Ceuta es rica en recursos; sólo han faltado ideas de expertos y políticas de desarrollo.
Saludos.