Hoy, día de Pleno en la Asamblea, se debatirá acerca del calendario laboral del próximo año que deberá ser remitido al Ministerio de Trabajo próximamente.
Es posible, que durante el mismo se haga patente, con excusas más que con argumentos, el rechazo a la realidad de nuestra ciudad que algun@s intentamos poner de manifiesto. No se puede hacer política ni mucho menos decir que se gobierna “para tod@s” rechazando las reivindicaciones de, casi, la mitad de la ciudad. Y la mitad de la ciudad festeja y celebra el día posterior al último del Sagrado Mes de Ramadán. Obviamente, la celebración del Eid al fitr, aunque sea festejada por más del 40% de la ciudad, afecta a toda Ceuta.
Cada vez que sucede algo pionero en nuestra ciudad, solemos encontrarnos con el rechazo. Se buscan excusas ridículas que sólo ponen de manifiesto la predisposición a bloquear y blindar todo aquello que vaya contra algunas ideologías. Con ello se llega además a la contradicción más absoluta. Sólo así se puede explicar que el gobierno del PP de nuestra ciudad, de Algeciras para arriba y según interese, diga que Ceuta es un crisol de culturas y muestra de multiculturalidad y sin embargo, aquí, es el primero en poner pegas a que realmente lo sea.
Más cínico y retorcido es el asunto si se tiene en cuenta cómo, en época de campaña electoral, el partido popular y su dirigente a la cabeza buscan constantemente la imagen de pluralidad cultural por una simple cuestión de marketing obviando lo verdaderamente importante y que son las reivindicaciones, necesidades y peticiones que se producen desde muchos años atrás por parte de la población.
Los discursos y las palabras no sirven para nada más que para restar credibilidad si no van acompañados de hechos que los amparen, aunque no sé si las palabras credibilidad y gobierno de PP son compatibles en una misma frase. Realmente creo que no.
Much@s recordamos cómo hubo quienes se rasgaron las vestiduras cuando propusimos que el día del Eid al Adha o Pascua del Sacrificio fuese festivo en Ceuta. Fueron días de críticas, de ofensas, de muestras de desprecio y odio difíciles de olvidar. Afortunadamente, el tiempo nos dio la razón puesto que era de justicia que fuese festivo para toda la población y acorde a la realidad que se vive ese día en nuestra ciudad y no fue logrado por los del crisol de culturas ni por ningún otro, si no por los localistas a los que muchos criticaban. Una propuesta histórica para nuestra ciudad de la que estoy convencida jamás habría sido formulada por ningún partido de implantación nacional. Un logro para toda la población ceutí.
Es un tema en el que no caben respuestas ambiguas ni tonos grises: o se está a favor de reconocer la realidad de la población ceutí, o se está en contra.
La población musulmana ceutí no busca tolerancia ni condescendencias. Es un error en el que caen muchas veces quienes nos gobiernan, tanto que incluso a veces han terminado por inculcar en algunas personas a las que afecta cierta dosis de complejo. No se hace un favor al reconocer algo obvio y real. Se trata de ciudadanos y ciudadanas iguales que legítimamente reivindican la realidad social de nuestra ciudad puesto que aunque no sea oficial, seguirá siendo un día festivo y que afectará a la rutina habitual de tod@s.
Del mismo modo, tampoco perjudica a nadie, salvo que en vez de pensar sensatamente, se piense con la calculadora del número de votantes que se pueden perder o con el odio y la visceralidad que caracterizan a quienes tienen miedo a sus propios fantasmas.
Como dijo un poeta inglés: “El mayor amigo de la verdad es el tiempo; su más encarnizado enemigo, el prejuicio”