Maite Carrasco preside desde hace un año la Asociación de Celiacos de Ceuta (ACELICE). Con motivo de la proximidad del Día Nacional del Celíaco, que se celebra cada 27 de mayo, cuenta de forma breve cómo es la situación actual para los que padecen esta enfermedad en Ceuta.
–¿Es difícil saber si una persona es celíaca?
–El 75 por ciento de la población no está diagnosticada, sólo lo está uno de cada cien. La sintomatología en los adultos es más difícil de diagnosticar porque tiene mucha versatilidad. En los niños resulta más fácil porque incluso sufren problemas en el crecimiento. En los adultos la prueba que te dice si eres celíaco o no es la biopsia, pero hay que tener en cuenta que no es lo mismo ser celíaco que ser intolerante al gluten. Los alérgicos a este último directamente no pueden ni tocarlo, sin embargo, en la intolerancia es más difícil, por lo que normalmente uno lo va descubriendo por descarte.
–¿En qué consiste básicamente?
–Ser celíaco es una enfermedad en la que eres intolerante al gluten, la proteína que llevan el trigo, avena, cebada o centeno. Lo que hace es atrofiar las vellosidades del intestino delgado, cuyas enzimas se encargan de descomponer el gluten. Una vez que esa vellosidad intestinal está dañada, genera tener más predisposición a ser intolerante a otros elementos como la fructosa o la lactosa.
–¿Afecta mucho a la población ceutí?
–En Ceuta tenemos el gran problema de que carecemos de una base de datos. La cifra que tenemos de celíacos la conocemos a raíz de las convocatorias del año pasado de las ayudas a los que tenían tanto alergias como intolerancias alimenticias. Hubo más de setenta familias que las solicitaron. En las bases había ciertas condiciones como no exceder determinados ingresos económicos o estar correctamente diagnosticado por un facultativo. Como mucho fueron 10 las familias desestimadas, en la mayoría de los casos por superar los ingresos establecidos o por no haber entregado la documentación a tiempo. Fue nuestro único referente, porque después por parte de la Asociación llevamos un año trabajando pero la ciudadanía no se está concienciando sobre esto.
–¿Existen problemas en la oferta de productos existente en Ceuta?
–Ahora mismo han entrado varias cadenas que están ofreciendo alternativas. Antes me tenía que traer muchos productos de la Península, pero ahora ya no. Eroski, Carrefour o Mercadona tienen mucha oferta, sin olvidarnos de los herbolarios. También tenemos más oferta porque hay muchos ciudadanos en Marruecos que son celíacos y vienen aquí a adquirir alimentos. Hay una población muy importante en Tánger que viene a Ceuta a comprar productos, por ejemplo. La única queja que tenemos es la de siempre, su alto coste. Además, en las familias se suelen dar que varios miembros sean celíacos, lo que duplica o triplica el gasto. Por parte del resto de la población que tiene una patología, los fármacos tienen un descuento. En nuestro caso es al revés, tenemos un aumento de 5 veces más, una harina puede costar 80 céntimos y la que es para celíacos ronda entre los 3,50 y 4 euros.
–¿Es saludable para los que no son celíacos consumir alimentos sin gluten?
–Se están poniendo de moda los típicos desayunos sin gluten. Los estudios médicos dicen que no hay necesidad de ello, el organismo necesita comer de todo, y los productos que no llevan gluten tienen más grasas saturadas que otro tipo de alimentos. El gluten es lo que hace que la harina sea más elástica, cuando quitamos eso hay que utilizar aceite de coco o de palma para proporcionar algo más de elasticidad. Para poder dar mayor esponjosidad se usan otro tipo de ingredientes con más grasas.
–¿Existe concienciación en Ceuta sobre esta enfermedad?
–Me he llevado una sorpresa a la hora de montar la asociación. Éramos uno de los pocos rincones de España sin asociación de celíacos, porque cada vez hay más, existe un aumento de un 15 por ciento al año. Aunque pongas ilusión acabas descubriendo que la ciudadanía no está concienciada con lo que puede hacer una asociación por los celíacos. Por parte de la hostelería también hemos encontrado que no tienen conciencia real de lo que supone tener un cliente celíaco, ya que no tienen cuidado con las contaminaciones cruzadas, que se dan, por ejemplo, cuando usan el mismo aceite para freír diferentes alimentos o se utilizan los mismos cubiertos para cortarlos, por lo que si una persona es alérgica puede sufrir graves daños.
–¿Es complicado el día a día de un celíaco actualmente?
–Todos los celíacos hemos tenido que sufrir las consecuencias en hostelería al ser un sector que no está concienciado. Piensan que eres más caprichosa o tiquismiquis por pedir alimentos sin gluten. Ser celiaco no es una opción como lo es ser vegano o vegetariano, es una condición. Es tan fácil como que tuvieran información real de lo que supone atender a un cliente que es celíaco. En estos momentos no tienen la suficiente formación o no se han preocupado por algo que está muy generalizado. Cada día hay más intolerancias alimenticias y me han llegado a decir en establecimientos que mejor me quede en mi casa. Existe una ley que no se está cumpliendo, que es la de tener en la carta una tabla de los alérgenos. Aquí lo pides y te miran mal, te dicen “mejor dime lo que necesitas”. Como cliente da vergüenza a veces pedirlo, pero no queda más remedio. Más que nuestra salud, es nuestra medicina. Como no tenemos medicamentos, el alimento es la medicina.
–¿Qué se puede hacer para cambiar esta situación?
–Para poder dentro de una asociación lograr concienciar de que realmente es la única vía de salud que podemos tener con la alimentación, tenemos que poder ejercer presión. Una cuota de 3 euros y medio al mes no tiene ánimo de lucro y todas las aportaciones se utilizarían para mejorar la vida de los celiacos, dar más información, realizar jornadas o acudir a colegios. Como asociación me encantaría poder dar formación a la hostelería para que se conciencie de lo que hay y eso sólo se puede hacer con un número de socios, porque es el único aporte que vamos a tener. Mientras más seamos y estemos unidos mejor, luchamos por los mismos intereses, que es la celiaquía.
–¿Haréis algo especial el Día del Celíaco?
–Mercadona nos patrocinará y ofrecerá productos para celíacos. Montaremos un stand en el que divulgaremos toda la información que podamos, pero en lo que hay que hacer hincapié es que una asociación para poder llevar proyectos adelante, no sólo necesita medios económicos, sino también humanos.
Pues que vaya preparando el Cerete Sexal
Es tan sencillo como examinar como es debido el carné de manipulador de alimentos, además de llevar un control por parte de sanidad de los productos que dicen no contener gluten. Si hacen una encuesta en pastelerías, cafeterías, bares... Verían las burradas que se hacen jugando con la salud.
La hostelería para vender éstos tipos de productos elaborados o bien sólo se dedica a ellos o tiene dos cocinas independientes donde no se produzca la contaminación cruzada.
Ser celiaco no es una alergia común, es una enfermedad que acarrea daños internos al enfermo.