Los padres de la madrileña Lidia Blasco se encontraron con que el Gobierno decretó este viernes el estado de alarma en España mientras ellos estaban de viaje por Marruecos. En concreto, fue en el trayecto desde un pueblo entre Fez y la ciudad de Marrakech cuando, al ver la gravedad de la situación en la expansión del coronavirus, y tras consensuarlo en grupo, decidieron contratar un microbús desde la ciudad del centro del reino alauita, en un viaje de entre ocho y nueve horas para llegar hasta la frontera de Ceuta. Una vez en nuestra ciudad, cambiarán de autobús para ya continuar su viaje de vuelta a Madrid, ya que el grupo por completo partió de la capital en avión hasta Rabat, desde donde comenzaron la ruta que les llevó por Casablanca, y las mencionadas localidades de Fez y Marrakech.
“Ellos no eran conscientes del alcance de todo esto. Ayer hablamos con ellos y habría que tomar alguna serie de precaución porque al final son personas mayores (tienen alrededor de 70 años) y mi padre diabetes, que es un grupo de riesgo”, explicó Blasco a El Faro.
La noticia del cierre de la frontera
Fue a raíz de la noticia del cierre de la frontera cuando se tomó la decisión por parte de las familias de estas personas, y por las propias personas del grupo, de contratar un transporte para cruzar la frontera de Ceuta, que se mantiene abierta solo para los españoles que quieran volver desde Marruecos.
Blasco trató de obtener información desde el país vecino. “He intentando llamar a la embajada de Marruecos esta mañana pero no he podido hablar con ellos. No me han contestado”.
Pensaron en el avión pero “había tanta demanda”, aseguró Blasco, que no quedaban billetes para ningún destino europeo. La única opción de volver fue nuestra ciudad.