Emotivo momento el vivido en la noche de este miércoles en los campos del Príncipe, donde los veteranos del CD O’Donell, Betis de Hadú y UA Ceutí homenajearon a dos grandes figuras del fútbol caballa.
Aprovechando la celebración de un triangular de Veteranos +50, en el que participaron los tres clubes, no quisieron olvidarse de Juan Antonio Panadero y Antonio Soto, dos personas que han estado muy vinculadas al mundo del fútbol en nuestra ciudad. Es por ello que se hizo entrega de una placa conmemorativa, a cada uno de ellos, en reconocimiento de sus trayectorias deportivas y de la huella que han dejado marcada en muchas personas durante este camino.
Juan Antonio Panadero comenzó su andadura en la barriada de Zurrón, donde jugaba en las categorías inferiores. Posteriormente fue uno de los protagonistas en el ascenso del Pedro Lamata a Primera División Juvenil en Melilla. Un central zurdo destacado que llegó a ser llamado por la Selección Española Juvenil, para disputar un partido ante Portugal. Sería en la temporada 85/86 cuando Panadero, en un Trofeo de Verano, vestiría por primera vez la camiseta del Ceuta para enfrentarse al Betis y al Farense de Portugal. Un año en el que tuvo que adaptarse a su nueva posición de lateral izquierdo y que, sobre todo, quedó marcado por esa última jornada en Jerez, donde los caballas lucharon por el ascenso a Segunda A.
Finalizada la temporada, Panadero ficha por la Balompédica Linense, donde está dos temporada. Tras ello, vuelve a Ceuta, pero al ver que no cuentan con él, decide irse a tierras extremeñas para jugar en el Don Benito. Una vez más intenta volver a Ceuta, pero finalmente le salió la oportunidad de militar en el SD Ibiza. Una vez habiendo estado durante seis temporadas en Segunda B, Panadero vuelve a Ceuta, donde se convertiría en el máximo goleador de la liga de Veteranos.
Antonio Soto, fue uno de los referentes en el arbitraje de Ceuta, aunque también probó como futbolista. En su época juvenil jugó con el O’Donell y llegó a defender el escudo del San Fernando en la Regional, mientras lo compaginaba con la vida militar. Pero fue ahí donde se dio cuenta que el fútbol, de esa manera, no era lo suyo. Con 20 años ingresó en el Comité de Árbitros de Ceuta, ara continuar ligado con este deporte. Comenzó como asistente y en muy poco tiempo llegó a Tercera División.
Un amplio recorrido que lo llevó a convertirse en presidente del Comité, donde Soto siempre intentó inculcar a los árbitros que su figura es esencial, sobre todo en las categorías inferiores, ya que son una figura importante en el crecimiento de los niños. Un cargo que mantuvo durante 12 años, además de otros tres meses más como miembro gestor del mismo departamento, siendo un árbitro que se hizo respetar, y querer, tanto dentro como fuera de los terrenos de juego.