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El acusado compra en subasta judicial vehículos que luego repara y vende
El guardia civil que está siendo procesado en la Audiencia Provincial explicó que parte de los ingresos extra que percibía venían de una afición, relacionada con su trabajo en la Benemérita como mecánico, y que tras lo ocurrido en septiembre de 2011 se convirtió en la tabla de salvación de su familia. Explicó que compraba vehículos de subastas judiciales, a veces en lotes de varios de ellos, para después repararlos y volverlos a vender. De estas transacciones, los investigadores se incautaron de abundante documentación, pero a preguntas de la fiscal ayer, el procesado explicó que la venta final del vehículo ya reparado no podía justificarla porque se trataba de un acuerdo entre particulares. Es por ello que hay abundante documentación en la que él aparece como titular de muchos vehículos, y en el domicilio familiar había en efectivo varios miles de euros que utilizaba para poder participar en esas subastas.
Así lo indicó su esposa, también acusada en este proceso. “Necesitaba ese dinero para la compra de coches”, indicó. Adquiría estos vehículos en subasta judicial, procedimientos en los que ahora, para participar hay que depositar previamente cierta cantidad de dinero. De ahí la existencia de abundante efectivo en su vivienda. Después, él mismo compraba los repuestos necesarios para la puesta a punto de los vehículos. Los reparaba y luego los ponía a la venta.
Embargo y bloqueo
Cuando fue detenido en septiembre de 2011, se le intervino todo el dinero en efectivo, se le bloquearon las cuentas bancarias y se le embargó el sueldo que percibía de la Guardia Civil. Hasta lograr desbloquear esta situación y aún siendo investigado, el matrimonio explicó al tribunal de la Audiencia que la compraventa de estos coches les salvó económicamente en esos meses. De hecho, los padres de ambos acusados les prestaron ciertas cantidades de dinero para poder retomar esta afición que durante esos meses se convirtió en su tabla de salvación. El apoyo familiar, aseguró la esposa procesada, les libró de “perderlo todo”.