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‘Yo puedo’: historias de vida detrás de las cifras

La Biblioteca Pública Adolfo Suárez ha acogido la presentación del libro 'Nosotros podemos. Yo puedo', una recopilación de historias de enfermos de cáncer que relatan sus experiencias, el proceso para curarse y afrontar la enfermedad y cómo consiguieron superarla. Personas que han contado sus historias, que se abren, como este libro, para compartir un proceso como es el de afrontar un cáncer. Todo ello en una Sala de Usos Múltiples en la que no cabía un alfiler, y hasta donde han acudido el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y parte del equipo del gobierno. La imagen han sido ellos. Los protagonistas, presentes en su mayoría, captados por la mirada del fotógrafo Carlos Larios. “Pasando lo que han pasado, cómo le iban a tener miedo a una pequeña camarita de fotos”, ha confesado. Todo con el matiz del blanco y el negro. Y un ligero toque de color. “Me viene a la mente una frase de un fotógrafo que me gusta mucho, Ted Grant, que decía que si fotografías personas en color fotografías sus ropas, pero si fotografías personas en blanco y negro, fotografías sus almas”. Ana Dueñas se ha ocupado de hilvanar estas historias. De hablar con personas de distintas edades, sexos, procedencia, pero con un factor común, en el que incide Larios: “La fotografía solo muestra una parte, pero Pedro Ballesteros tuvo una excelente idea, que fue editar un libro con sus testimonios. Contamos con la ayuda de Ana Dueñas, que se ha pegado un trabajo enorme. El verdadero trabajo fue el de ella recopilando las entrevistas”. Un trabajo de dos años para transmitir que hay posibilidad de prevenir, de detectar a tiempo o bien de afrontar el proceso. “Somos capaces de prevenir el 40% de los cánceres. Con unos hábitos de vida saludables, muy sencillos como evitar una mala alimentación, la obesidad, el tabaco, el alcohol o el sedentarismo o la exposición al sol sin protección, estamos evitando buena parte de los cánceres”, ha expuesto Ana Rivas, jefa del Servicio de Epidemiología de la Consejería de Sanidad. Pero hay esperanza. Está entre estas páginas. Flotaba en el ambiente de la sala, e incluso se le ha dado forma en palabras: “Por desgracia, uno de cada tres hombres y una de cada cuatro mujeres, en algún momento de su vida, tendrán o pasarán por algún tipo de cáncer. Pero, al lado de estos aumentos de incidencias, quiero lanzar un mensaje esperanzador: según los últimos estudios de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) a enero de 2020, en España el número de cáncer se ha estabilizado. La mortalidad ha disminuido”, ha expresado Rebeca Benarroch, directora general de Sanidad de Ceuta. Benarroch ha puesto el punto y final a este acto, y el punto y seguido a unas historias de supervivientes que, en línea con los datos ofrecidos por la SEOM, han aumentado.

Los recuerdos de una “pesadilla”

Pepe, Hilda y Saida son solo algunos de los nombres que han compartido su historia en este libro. Ellos han compuesto el grupo que ha estado presente durante el acto. “Vivimos, y cada vez vive más gente”, señala Pepe. A Pepe le detectaron una mancha en el riñón hace 34 años, cuando trabajaba en el Hospital Militar. De aquella “familia” que dice le “salvó” al detectar con rapidez su tumor, se acuerda y les agradece el diagnóstico precoz. Le extirparon el riñón, fue a Madrid donde estuvo ingresado 63 días. “Me dieron muchísimas radiaciones. Estuve con revisiones primero durante meses, luego años”, recuerda Pepe, que lo relaciona con “un mal sueño”. En el caso de Hilda, su historia se remonta a un 8 de febrero de hace 28 años. “Como me lo detectaron a tiempo, tuve la gran suerte de que no me dieron ni quimio ni radioterapia”. Se siente afortunada por la detección rápida. A eso se suma que en aquella época tampoco había oncólogo en Ceuta, por lo que se tuvo que ir a Sevilla. Hilda quiso transformar esas energías en algo práctico: fundó la asociación Asociación de Mujeres Mastectomizadas (AMUMA). Ninguno niega que es un camino “difícil”. “Se pasa un año muy fastidiado, pero el cáncer se cura”. La recomendación de Hilda, que conoce y comparte experiencia con los usuarios que acuden a la asociación, es concisa: “Que la gente esté muy pendiente, que acudan a su médico”. Hilda y Saida compartieron este difícil camino. En el caso de la segunda, agradece a “Dios” que todo saliera bien. “Tuve un cáncer de mama, al principio lo pasé mal, pero me operé y llevo seis años con las revisiones”. Y que “pa’ lante”, como dice cuando se le pregunta por un mensaje de ánimo para los que estén pasando el proceso ahora mismo. “No tienen que encerrarse, tienen que salir y contarlo. No hay que esconderlo. Hay que contarlo para que se pueda salir de esto”.

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