Son muy pocos los puestos que se dejan ver abiertos en el Mercado de Real 90 de Ceuta. Apenas una pescadería, un par de carnicerías, un bar, un salón de estética y un relojero son los que mantienen vivas estas instalaciones durante estos días.
Además, la afluencia de público no es muy abundante y el verano no está yendo todo lo bien que le gustaría a los comerciantes. Sin embargo, ahí están cada día con la misma ilusión que la primera vez que levantaron la persiana.
FaroTV ha hablado con algunos de los comerciantes para conocer más su historia, los productos que venden y cuál es el balance que hacen de estos meses de verano.
Una de ellas es Belén Vallejo, de carnicería La Abuela, que lleva ya ocho años en el puesto número 25 de este mercado y además de vender carne, también preparan comida a gusto de los clientes.
Tal y como ella misma ha contado, “antes teníamos un restaurante, la Tasca de Pedro, donde estuvimos 25 años y después nos vinimos aquí y hacemos de comer todos los días”, incluidos los días de Navidad.
Además de lo que preparan cada día, también pueden cocinar las carnes que tienen para vender, y entre los platos que más demandan tienen se encuentran “solomillo al roquefort, los chocos en salsa, la merluza en salsa verde,perdices,...”.
Sobre las carnes que se pueden encontrar en este puesto hay ternera de Ávila, solomillo de ternera rosada,...En resumen, “carnes muy buenas”, asegura Vallejo.
Esta carnicería es un negocio familiar con más de 30 años de historia muy asentado, pero aún así, la temporada de verano está siendo “muy floja”, y es que se nota que “hay mucha gente de vacaciones”, añade esta comerciante.
Justo enfrente de la carnicería La Abuela se encuentra la pescadería de Abselam Ahmed, en el puesto número 19, donde lleva 25 años adaptándose a los cambios y vendiendo toda clase de pescados.
Y es que, aquí se pueden encontrar “boqueroncitos, calamares, chocos, lenguados, acedías, merluza, gallineta, gambas y almejitas, de toda clase de pescado”, sostiene Ahmed.
Actualmente, el género que trae desde hace unos cinco años viene de la Península, lo que le obliga a subir los precios, y aún así, “vamos tirando como sea, pero siempre luchando contra viento y marea”.
Respecto al balance de este verano, las ventas no han ido demasiado bien. Tanto es así, que según comenta el dueño de esta pescadería, “ha bajado la venta con las vacaciones y la gente fuera. Cuando hay colegio siempre hay más movimiento, pero en el verano baja la cosa”.
A pesar de eso, él no pierde la ilusión y seguirá en su puesto todos los años que pueda. En ese sentido, tiene claro que “aquí estaremos aguantando hasta que Dios quiera, por lo menos con salud y tranquilidad”.
Asimismo, Abselam Ahmed ha querido dar las gracias “a todos, a los que compran y a los que no compran”.