Ilias está estable y orientado.
Entre las lesiones sufridas al caer este pasado miércoles de una claraboya preocupa la posible
fractura de cadera. A esa se le añaden golpes en el pecho y extremidades. Poco para lo que podía haberle pasado. Un milagro, según los que le prestaron la primera de la asistencias. Ilias tardará en volver a correr por el puerto con su pandilla de amigos, tardará también en recorrer los pasillos de la vieja prisión de Los Rosales que en tantas ocasiones le ha servido de dormitorio.
Él es uno de los menores que cruzó a Ceuta este pasado mes de mayo, cuando el rey Mohamed VI alentó a que cientos de niños como él pasaran una frontera que carecía de control absoluto. Así cruzó este menor de 14 años, y así cruzaron sus tres amigos que se han convertido en inseparables por las calles de Ceuta. Los mismos que la Policía se llevó mientras veían cómo la ambulancia del 061 trasladaba a su compañero llorando y rabiando de dolor.
Este menor llegó a estar en uno de los centros de Piniers, esa suerte de módulos habilitados por la Ciudad Autónoma para sacar a los niños de las naves del Tarajal, trasladándolos a un lugar que sigue siendo inviable como centro de acogida pero que evitaba las imágenes de niños hacinados y durmiendo en estanterías. Entre otras cosas las evitaba porque a Piniers no se puede acceder, porque sus elevados muros impiden ver qué pasa dentro.
El menor se encuentra estable y orientado en el hospital de Loma Colmenar
Solo Ilias sabe por qué se marchó de este centro para vivir en las calles, sobre todo para merodear por el puerto junto a sus amigos, básicamente para escapar de la Policía continuamente y básicamente viviendo de lo que le dan, a veces usando unas zapatillas que duran algo más de la cuenta y otras echando mano de lo que tiene.
El puerto y también la vieja prisión son lugares frecuentados por este menor, con el que FaroTV se encontró en una visita reciente a la penitenciaría ejerciendo de guía para conocer las celdas sin uso que se conocía al dedillo.
Ilias fue trasladado urgentemente al Hospital después de saltar sobre una claraboya, precipitándose al vacío y siendo rescatado por los Bomberos. Estaba saltando junto a sus amigos, de entre 10 y 14 años. Una pandilla que siempre va junta y que forma parte de esos menores que no quieren vivir bajo la tutela de un centro y que cuentan los días buscando otra manera de pasar al otro lado.
Ven cómo otros compatriotas se marchan colándose en el barco o incluso subiéndose a alguna de las embarcaciones que cruza el Estrecho de manera irregular. Cinco meses lleva en Ceuta, cinco meses viviendo siempre al límite hasta que pasó un accidente que podía haber terminado de manera trágica. Le podía haber costado la vida.
Ahora Ilias se recupera en el hospital, todavía le quedan pruebas por delante para descartar más lesiones.