El fallecimiento de un familiar cercano siempre es doloroso, pero si a la vez se va junto a él un amigo que además es como de la familia, hace que el dolor sea aún mayor. La historia de los dos ‘Juanes’ es para contarla, porque vivieron muchas experiencias juntos y el destino hizo que los uniera en una muy peligrosa: enfrentarse al temido
coronavirus.
La historia de Juan Rodríguez Barrones y de Juan García Torres empieza hace muchos años, cuando se conocen en
la Policía Nacional, donde los dos ejercían. Desde entonces no sólo se hacen compañeros sino que además conviven en la misma comunidad.
El bloque 34 de Juan Carlos I, puerta 5 y puerta 8; ese es el lugar donde la historia de estos dos compañeros y luego vecinos, los convierte en amigos. Desde su comunidad de la barriada siempre se les veía juntos, tanto para hablar del piso como del fútbol y del equipo de ambos, el Real Madrid. Sus charlas en el cuartito de Juan García eran ya famosas entre todos los vecinos, ya que allí se juntaban varias personas para tomar unas tapas.
Los dos ‘Juanes’ se convirtieron en inseperables y cada experiencia la iban a vivir juntos. Nacimientos de hijos, comuniones o incluso bodas son las que pudieron vivir en tantos años de amistad, más de 40. No sólo la amistad viene por parte de estos dos hombres, sino que las mujeres de ambos y sus hijos mantienen una relación estrecha desde hace años.
En los últimos tiempos se implantó una tradición entre estos dos amigos y era que cada viernes comían juntos, lo que ellos llamaban ‘el día del hombre’. Ese iban a cualquier sitio de Ceuta, habitualmente por la zona donde viven, y comían juntos, mientras se echaban unas risas. No quedaba ahí el día, sino que luego iban juntos a merendar o a tomar algo más. Era un viernes muy divertido para ellos. Por la zona de Parques de Ceuta también eran muy conocidos, ya que allí solían terminar la jornada. “Esos días para ellos eran de risas, además iban los dos solos. Las mujeres siempre les regañaban cuando volvían, pero ellos al viernes siguiente lo volvían a hacer porque era un día divertido”, señala una de las hijas.
El infortunio provocó que ambos amigos cayeron enfermos por el temido coronavirus. Juan García empezó unos días antes mientras que Juan Rodríguez después, aunque con los mismos síntomas y las mismas sensaciones.
Hasta esa enfermedad fue compartida por estos dos amigos, que ni ahí se quisieron separar. Ambos estuvieron juntos durante algunos días en la zona de la UCI del Hospital Universitario. Las familias estaban más unidas que nunca y tenían las mismas sensaciones: el destino había querido que ambos tuvieran lo mismo en el peor momento y cuando más disfrutaban de la vida.
Esos días de UCI se hicieron eternos,
finalmente uno de ellos falleció, concretamente un viernes. Su amigo siguió luchando durante una semana más para intentar acabar con el coronavirus, pero su fuerza no aguantó más y se fue a reunir con su amigo de toda la vida al paraíso. El destino volvió a hacer de las suyas y
de nuevo fallecía un viernes, concretamente el día que ambos preferían de la semana.
“No creo mucho en las casualidades, creo que alguien de arriba hizo que ambos tuvieran que fallecer en un viernes. Era el día de ellos y ese día se fueron, está claro que en el paraíso se iban a reunir y seguir con las risas”, señala otro de los familiares.
Juan García Torres y Juan Rodríguez Barrones se volvieron a encontrar en un lugar que antes no habían visto. La amistad perdurará por toda la vida porque el destino quiso que se reunieran en el paraíso para seguir con sus ‘tapas y cervezas’.
No cabe duda que el viernes quedará señalado en las familias de estos dos expolicías nacionales, que dejaron sus vidas por luchar contra una enfermedad que jamás pensaron se los podía llevar.
“Han sido dos personas admirables, se han dejado la piel en el trabajo pero han tenido la mala suerte de que el coronavirus se los ha llevado. Yo sé que desde dónde están nos verán y cuidarán”, añade otro familiar.
Sus mujeres tuvieron la suerte de acabar con el COVID-19 porque también padecieron esta enfermedad. Sin embargo, sienten un gran vacío por estas dos pérdidas aunque están convencidas de que la alegría no “les va a faltar” porque “sé que han podido ver que nosotras estamos bien”.
Sus familiares lo pasaron mal por muchas circunstancias pero la amistad de estas dos personas perdurará con sus hijos y mujeres. “Estamos convencidos de que esto nos va a unir mucho más. Hablamos todos los días y sabemos que tuvieron mala suerte pero se han ido juntos y con eso nos tenemos que quedar”.
Los dos ‘Juanes’ no están aquí ahora pero sí seguirán por siempre en los corazones de sus familias y de todos los que les querían.