Cuatro culturas que han vivido en armonía durante generaciones; a nuestros abuelos se les ilumina la mirada cuando evocan una Ceuta unida, vecinos con diversas creencias que se querían y respetaban siempre, puertas de casas abiertas, sin pudor ni temor a que nada pudiese suceder.
Hoy día, desgraciadamente, todo ha quedado en un recuerdo, por culpa del odio que unos siembran entre nosotros y otros cosechan en su beneficio; izquierdas y derechas debatiendo y cambiando de discurso a su conveniencia, mientras nosotros estamos en medio sufriendo el desprecio y la dejadez de aquellos que gobiernan la tierra que tanto amamos.
Duele intentar procesar todo lo que está sucediendo, duele ver como la esencia de nuestro hogar se desprende como el polen de una flor.
No pretendemos acaparar la atención, ni quitarle el lugar a nadie, luchamos por una causa amparada por muchísimas personas que viven y sienten la desidia y el abandono del gobierno. Hemos recibido muchísimo apoyo y eso hace que estemos más ilusionados que nunca. Creamos un grupo de Facebook, con la intención de que los ciudadanos se volcasen y es lo que hemos conseguido, gracias a las administradoras y moderadoras del grupo, que han estado siempre al pie del cañón.
Somos personas altruistas, unidas por un bien común, trabajando para cambiar las cosas, dado que nuestros representantes hacen poco por nosotros y aquellos que lo intentan apenas son escuchados.
Nos duele ver la respuesta carente de sentido del gobierno de nuestra ciudad, del mismo modo duelen las burlas de algunos compatriotas que opinan, a mera comparsa, sobre nuestra lucha; la ignorancia en su punto más álgido. Pareciera que algunos darían lo que fuera por volver a la España medieval, para que fuese la mismísima Santa Inquisición quién nos juzgase por herejía.
Ha germinado un odio nuevo, que pretende la supremacía de unos sobre otros, un odio anquilosado en las mentes paupérrimas y carentes de razonamiento y sentido común.
Basta ya, por favor, basta de desprecios, de insinuaciones aviesas y de discriminaciones hacia una comunidad que siempre ha estado al servicio de la ciudad y ha dado muchísimo por ella. Más que paliar y sobrellevar malos comentarios, deberíamos centrarnos en dar solución y dilucidar un problema que se extiende cada día más.
Nuestras exigencias son claras y sencillas, queremos ser escuchados, queremos respeto, queremos igualdad y legitimidad, tal y como nos concede la Constitución Española, la ley suprema de este estado social y democrático de derechos.
Hartos ya de la indiferencia por parte del gobierno, queremos una respuesta. Una solución a nuestras exigencias basadas en verdades y no en patrañas, esperamos sinceridad y respeto y no las excusas que a groso modo, se han dado hasta el momento.
Que nos expliquen, por favor, ¿qué daño puede hacer que abran las mezquitas para que podamos realizar nuestro rezo de tarawih en este mes tan sagrado?
Hemos dado ejemplo de respeto y tolerancia, cumpliendo con la distancia social y permitiendo la entrada sólo hasta el aforo permitido. Hay restaurantes y bares donde no hay tantas medidas de restricción y continúan abiertos, y ojo al dato, con esto no pretendemos perjudicar más al colectivo de la hostelería, que ha sido el que más ha sufrido en estos tiempos de pandemia; simplemente nos duele la incongruencia de las medidas tomadas por el gobierno, por eso creemos necesario mencionarlo.
Esto no es cuestión de ver quién tiene más coraje o más narices, no venimos a pelear, venimos a dar voz al pueblo que los políticos silencian y escupen.
Hoy el pueblo de Ceuta está más unido que nunca, dolido y afligido, hemos despertado y no vamos a permitir que se nos siga pisoteando y aquellos que reducen nuestras penas a simples debates que no llevan a ninguna parte. Decirles que tiemblen, porque las tornas van a cambiar y ellos dejarán de ser los más beneficiados para pasar a ser los perjudicados.
Aquellos que no recuerdan sus errores, están condenados a repetirlos.
Hemos sido apatridas o estadistica (tarjeta estadistica) durante la dictadura y 10 años de democracia, hasta el ingreso de España en la Comunidad Europea, esta obligò a España que dejemos de ser apatridas, no hubo convivencia ni la hay ni la habrà, solo que el Estado de derechos y libertades proteje tus derechos y libertades, no se puede obligar a una parte de la sociedad te acepte ni queremos que nos acepte, tenemos nuestros derechos, nuestras libertades y nuestra cultura, siempre respetando las leyes, y que no las respeta, estan la leyes y para todos.