He leído con verdadero interés las sutiles declaraciones de nuestro Presidente y guía espiritual en las que ha pronunciado una frase que le ha salido de lo más hondo de su alma: “Yo pasaré a la historia por haber exhumado a Franco”, y es que en su humildad ¿no habrá confundido la Historia con la historieta? Identificamos como verdaderos héroes, los “pasantes a la Historia”, y esto es privilegio de unos pocos, sin embargo los pasantes a la historieta es privilegio de muchos, llamados por unos bobos solemnes, por otros regidores de nubes y por otros simplemente héroes en zapatillas. Todos los pueblos anhelan engrandecer esa panoplia de personajes heroicos bien calzados. Los antiguos griegos para condensar su mundo imaginario distinguían a sus doce dioses en una corte celestial ubicada en el monte Olimpo, el más alto de Grecia. Los olímpicos, con Zeus a la cabeza, vivían en maravillosos palacios y se alimentaban de ambrosía que los hacían invencibles, bebían néctar, y se distraían con otras divinidades menores y con todos los héroes que pasaban por allí como Heracles que dotado de una fuerza excepcional, consiguió las más increíbles hazañas. En la mitología griega como en la romana existía un gran trasiego de dioses y héroes, tejiendo las más bellas leyendas, la mitología romana toma algunos de sus dioses de la griega e incluso sus héroes, aunque con otro nombre , así el Zeus griego será el Júpiter romano y el Heracles griego es el Hércules romano , en vez de vivir en el Olimpo, los dioses romanos vivían en el Coliseum, y ciertamente tenían sus peculiaridades, el modelo romano tenía una forma muy diferente a la de los antiguos griegos de definir y concebir a los dioses. Incluso el Cristianismo puebla de héroes morales y éticos las iglesias. Pero como digo no es más que privilegio de unos pocos. Es por ello una gran satisfacción que en esta época de infinito gasto público con millones de parados, dentro de esa capa lúgubre podamos adorar con verdadero orgullo una nueva figura de nuestro Olimpo, que aquí podría ser el Palacio de la Moncloa: Pedro Sánchez Pérez Castejón, alias Antonio, alias el Maniquí. Aunque creo que no está nada bien ponerle apodos a nuestros héroes, porque de esa manera parecen menospreciados, creo que en su infinita magnanimidad me perdonarán. Así es que junto a los inolvidables Reyes Católicos, Cristóbal Colón, Hernán Cortés, Pizarro, Velázquez, etc, se unirá nuestro nuevo héroe, el tal Antonio (en la época romana Antonino, salvo el novio de Cleopatra). Naturalmente, todos los que han pasado a la Historia, han sido verdaderos héroes en sus profesiones, así Velázquez en su pintura sin necesidad de guerrear, salvo para buscarse el sustento diario, hasta que fue nombrado pintor de cámara de Felipe IV. El caso de Antonio es verdaderamente sorprendente. Como si fuera un topo se ha dedicado a profanar tumbas y desenterrar a los durmientes, de ahí su heroísmo, de ahí su pase a la historia. Nunca habíamos tenido un héroe dedicado a semejante actividad.
Hay que tener en cuenta que el oficio de enterrador está en alza debido a la pandemia. En España hasta ahora por el Covid 19 han fallecido 115.901 españoles, por lo que la plantilla de enterradores en los cementerios ha tenido que ser ampliada y ha sido necesario llamar a personal extranjero, porque los de aquí con la paguilla del tal Sánchez, mal que bien iban tirando y han dicho que de trabajar en eso, nada de nada. Este oficio no está bien pagado, aun cuando solo se ejerza a la luz del día y no haya que hacer horas extraordinarias ni noches, ni guardias. Pero todo el día viendo caras cariacontecidas y lágrimas surcando los rostros y, lo que más duele, el hecho de hacer de albañil para cerrar el nicho, mientras el personal cercano al finado piensa en ir a tomarse una cerveza, nada más finalizar la reforma, es duro. Pero si es duro enterrar, infinitamente más duro es desenterrar. Primero el papeleo, la cuestión burocrática es desesperante, y por otra parte tiene que ser un juzgado quien lo autorice, y con la lentitud de los juzgados españoles, no me extraña que nuestro héroe , al que la ley y los jueces le importan una higa, se haya arremangado las susodichas mangas y yendo al Valle con helicóptero Superpuma incluido, haya dicho, “Excelencia, aquí ni un minuto más, porque caudillo solo puedo ser yo” y dicho y hecho, levanta la piedra de toneladas de peso, de ahí su heroísmo , y la pobre Excelencia que ni se despertó, fue llevado en volandas y desapareció del Valle de los Caídos. Y a la familia ni un par de oremus.
Pero que me dicen ustedes de otro exhumado, el compañero Queipo de Llano, en la Basílica de la Macarena donde residía junto a su mujer. Y es que nuestro héroe detesta a los golpistas que no le dan ningún voto, y dice nuestro héroe que la exhumación se ha realizado a solicitud de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática en base a la nueva Ley de Memoria Histórica y Democrática, que entró en vigor en Octubre de este año y por la que «los restos mortales de dirigentes del golpe militar -como Queipo de Llano- de 1936 no podrán ser ni permanecer inhumados en un lugar preeminente de acceso público». Se entiende que si falleciese alguno de los golpistas, o todos, del golpe de 1 de Octubre de 2017, podrían ser enterrados en La Macarena o en el Valle de los Caídos, o en la Basílica de Monserrat, porque no han dado el golpe en 1936. Eso sin aclarar que los militares sublevados en el 36 no lo hicieron contra la II República, sino contra el salvajismo y la criminalidad imperante en el país, gracias a las revoluciones de anarquistas y socialistas , que el gobierno de Azaña no sabía cómo atajar, y los catalanes en 2017, tenían todo el predio en paz.
Nuestro héroe Antonio, tampoco es un héroe al modo quijotesco de los que tenían como norte “desfacer” entuertos, reparar agravios, y protagonizar acciones guerreras en favor del rey y como resultado, el reconocimiento y recepción como héroe acreditado en una corte real e incluso el maridaje con una dama de alta alcurnia y una recompensa materializada en tierras. En el caso de nuestro Don Quijote, al final de sus hazañas que siempre concluyen en desventura, finalmente recupera la cordura y vuelve a ser Alonso Quijano cuando reconoce al final del libro que no ha actuado libremente , sino bajo el influjo de las “sombras caliginosas de la ignorancia” que sobre él se extendieron extraviando su juicio como efecto todo ello de la continua leyenda de los detestables libros de caballerías, y que sus acciones como don Quijote, y no como Alonso Quijano, han sido, pues, obra de la locura. Este tampoco puede ser el caso de Antonino, pues sus obras estando más cercas de la locura y sin esperar que recobre la cordura, aquí no hay corte real ni están previstas acciones guerreras en favor del rey, y este hombre está casado por lo que no puede aspirar a maridarse, por ahora, con una persona de alta alcurnia. Tampoco puede ser equiparable a algunos de los grandes héroes de nuestra época, como los astronautas que han viajado hasta la Luna y alunizado. Recordemos que hubo dos expediciones y ahora apenas nos acordamos de los primeros, los estadounidenses Armstrong y Aldrin viajaron en el Aplolo 11 y pisaron la Luna. Sánchez por mucho que haya volado en el Falcón no es equiparable, ya que no es lo mismo viajaren un aerodino, durante diez días sin saber a quién te vas a encontrar en la Luna sin azafata ni wiskey para el camino, que estar arreglando el mundo , en primera clase con Albares. No de esa clase de héroes, tampoco es Antonio.
Hay otro tipo de héroe raro, como Napoleón que, una vez guillotinados los reyes Borbones a causa de la revolución de 1789, manda un ejército, “la Grande Armée” y se dedica, sin ninguna necesidad sobrevenida, a desangrar todos los países que encuentra a su paso, entre ellos el nuestro y para que la Historia le recuerde se autoproclama emperador, el 2 de Diciembre de 1804, quitándole de las manos la corona al Papa Pio VII que había viajado para coronarle. Entre las motivaciones de Napoleón para ser coronado estaban las de ganar prestigio en los círculos internacionales monárquicos y católicos y sentar las bases de una futura dinastía. Hasta que se encontró con un Welligton en Waterloo. Los franceses , que le habían enviado lejos, a la isla de Santa Elena en el Atlántico, donde le expulsaron para que no se le ocurriese volver y donde falleció, al parecer envenenado, le cortaron su pene, que todavía no ha aparecido y después pensaron que para el turismo en París era esencial y allí plantaron su panteón El tal Sánchez también desea ganar prestigio y sin duda se colocaría la corona quitándosela al Rey, y se proclamaría emperatriz de Lavapies, pero no le seguiría ningún ejército, y a lo más lejos que se le puede enviar para que no moleste es a las Canarias, dentro del Teide.
Todos los pueblos anhelan engrandecer esa panoplia de personajes heroicos bien calzados
El amigo Antonio soltó el sintagma en el Ateneo de Madrid en el homenaje a la escritora Almudena Grandes, famosa por haber contribuido a la construcción de la Estación de Atocha ¿o me estoy equivocando? ,y a sus frases famosas (en esto seguro que no me estoy equivocando), como por ejemplo en la presentación de uno de sus libros “ El corazón helado” donde dijo la buena señora que cada mañana "fusilaría" a dos o tres voces que le "sacan de quicio" , y ( tampoco me estoy equivocando) también ironizó en 2008 en uno de los medios en los que escribía , sobre las violaciones sufridas por monjas a manos de los milicianos durante la guerra civil española: «Un tribunal ha constatado la muerte de Franco. Qué risa, dicen algunos. Yo prefiero reírme de otras cosas. "Déjate mandar. Déjate sujetar y despreciar. Y serás perfecta". Parece un contrato sadomasoquista, pero es un consejo de la madre Maravillas. ¿Imaginan el goce que sentiría al caer en manos de una patrulla de milicianos jóvenes, armados y -¡mmm!- sudorosos?» , por esto Sánchez no ha tenido más remedio que glosar la bendita II República y hablado de las resistencias a las que según ha dicho tuvo que hacer frente la escritora” ella con sus libros encendió una luz” dijo Antonio y ha señalado que el retrato que se incorpora a la galería de los ilustres del Ateneo de Madrid es "símbolo de las muchas resistencias con las que convivió”, aunque yo particularmente no conozco ninguna, es el precio de mi ignorancia.
“Una de las cosas por las que pasaré a la historia es por haber exhumado al dictador de un gran monumento como el que construyó en el Valle de los Caídos”, y ha explicado lo que le llevó a tomar esa decisión: “No fue tanto eso, que también, no fue por supuesto por la deuda pendiente que tenemos con los familiares que aún buscan los restos de sus seres queridos, sino también reivindicar un pasado luminoso que quedó oscurecido del republicanismo que por desgracia fue segado por el golpe y la dictadura”. Es decir que el legado de luz de la II República ha sido el verdadero motor impulsor, para que, según él, pueda acceder al Olimpo griego o al Coliseum romano, en fin a la feria de las vanidades. Este pobre hombre ha leído poca Historia, y todavía no sabe que la II República desde el 31 al 36, se enfrentó a varis golpes de estado organizados por los nacionalistas y el PSOE en 1934 fue el mayor impulsor de la revolución. En 1934 Indalecio Prieto sacó una pistola en el hemiciclo y en los debates con Alejandro Lerroux, llegó a decir “Alzad el velo de las novicias y elevadlas a la categoría de madre”. Solo algunas mente preclaras como Besteiro, deseaban que esa anarquía terminase incluso con la sublevación del Ejército.
Sánchez, este héroe en zapatillas, no pasará a ninguna historia, pero será recordado, más que por haber desenterrado a Franco, por lo malditamente felón y traidor que ha sido y por una frase que se está haciendo legendaria: “Que te vote Txapote”.