¿Qué haría usted si un inmigrante le pidiera ayuda a riesgo de ahogarse? Quizá nunca se haya encontrado en esta situación. El vecino de Ceuta Y.M. sí. Y lo tuvo claro: le salvó la vida.
Tras aquella acción le vino lo inesperado: enfrentarse a una pena de 5 años de cárcel acusado de un delito de tráfico de inmigrantes.
Esa pesadilla terminó este miércoles cuando el tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta dictó sentencia absolutoria. La declaración a través de videoconferencia del propio inmigrante fue clave. “Él me salvó la vida”, dijo tantas veces como se le preguntó.
Sin prueba incriminatoria, el tribunal del máximo órgano judicial en Ceuta declaró al término del juicio oral su resolución. No tuvo dudas concluyendo la inexistencia de pruebas para enervar el derecho a la presunción de inocencia del acusado, un joven al que en Instrucción ya habían dejado en libertad sin medida cautelar alguna pero que ha terminado protagonizando este discurrir judicial ahora agotado.
El hecho ocurrió en julio de 2022
El suceso al que hace referencia este asunto se produjo en julio de 2022. El acusado había salido a pescar con una embarcación de pequeñas dimensiones con fallos en el motor que manipulaba a base de remos. Unas características ciertamente impropias para realizar un pase de inmigrantes o huir de las fuerzas de seguridad.
Aquella jornada de pesca se topó con una embarcación marroquí cuyos ocupantes arrojaron a una persona al agua. Era Mohamed, un inmigrante de Beliones que había pagado 5.000 euros para que esos traficantes le introdujeran de manera clandestina en España.
No lo hicieron, optaron por obligarle a lanzarse al agua. En esa situación de vida o muerte apareció el acusado. “Me pidió que le socorriera”, declaró ante el tribunal. Y lo hizo. No hacerlo, aclaró, era delito. En el Código Penal viene claro: omisión del deber de socorro. “Tenía que hacerlo, era una vida en peligro”, sentenció.
Ahí comenzaría su calvario. Con una profesión reconocida, título de navegación y embarcación a su nombre en toda regla, pasó a ser considerado un traficante de personas.
A preguntas de la Fiscalía negó que hubiera intentado escapar, algo además que hizo ver imposible yendo a remos. También negó que hubiera pasado clandestinamente al inmigrante. No obstante el Ministerio Público consideró acreditados los hechos y en base a ello solicitó una sentencia condenatoria.
"Juro por dios"
La lectura de la Defensa, ejercida por el abogado Jorge Gil Pacheco, fue bien distinta. Insistió ante el tribunal que no había prueba de cargo contra su cliente quien solo había auxiliado a este inmigrante. “Si no es por su labor humanitaria no estaría con vida”, dijo. “Solo prestó ayuda para salvarle”.
Lo que en otras historias sería considerada una acción heroica aquí pasó a etiquetarse como algo delictivo. La Audiencia lo tuvo claro y tras un breve receso no esperó a deliberar más notificando de viva voz la absolución.
La testifical del inmigrante fue clave. “Juro por dios que no le conozco de nada”, declaró. Este varón de Beliones que había vivido con anterioridad varios años en España, confesó que había contactado con marroquíes para que lo introdujeran de nuevo en territorio español. Esos traficantes le obligaron a arrojarse al mar sin cumplir con el trato.
¿Y el acusado? Solo le salvó. Mohamed declaró que no sabía nadar muy bien y que al ver la embarcación de este joven le hizo señales para que le ayudara. Tras sacarlo del agua lo acercó hacia las escolleras en el muelle de la Puntilla. “Él me salvó la vida”. Sin ese apoyo estaría muerto. “Seguro”, insistió.
Dos policías nacionales prestaron declaración en calidad de testigos. Fueron los que intervinieron aquel 5 de julio de 2022 cuando detectaron la presencia de la embarcación en el entorno de la Puntilla.
Uno de los agentes auxilió al inmigrante cuando subía por las escolleras mientras advertía al acusado que se quedara en la zona. Otro de los policías indicó que el acusado quiso huir, a pesar de que su motor no funcionaba y solo podía emplear los remos.
Esta historia, que podría haberse perdido en un relato más de tráfico de inmigrantes, termina con un giro bien distinto que rompe con las habituales crónicas judiciales y de sucesos.
Las claves
Qué pasó
5 de julio de 2022
Unos marroquíes cuelan a un inmigrante y le obligan a arrojarse al mar después de bordear la zona entre Beliones y Benzú. Después escapan. En ese escenario aparece el acusado que estaba pescando y que decide auxiliarle.
Acusación
De héroe a villano
Lo que podría haberse considerado una acción heroica terminó con una acusación por tráfico de inmigrantes. En Instrucción quedó archivado pero tras el recurso de Fiscalía el procedimiento terminó en la Audiencia.
Pena de cárcel
Se enfrentaba a 5 años
El acusado se enfrentaba a un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, es decir, tráfico de inmigrantes. No quiso aceptar ningún acuerdo porque insistió en que él no había incurrido en ningún delito.
La clave
La declaración
La Audiencia consiguió contactar con el inmigrante al que el acusado salvó la vida. Su declaración fue determinante porque indicó que solo le había salvado la vida, que gracias a él hoy podía contarlo.