En el mayor desastre sufrido por el Ejercito Español en tierra africanas durante la Guerra de Marruecos, sea este artículo un pequeño y modesto homenaje a una figura del Arma de Ingenieros, que ofreció su vida con la intención de salvar hombres en el repliegue a la posición de Monte Arruit.
El capitán de Ingenieros D. Félix Arenas Gaspar, nacía en San Juan de Puerto Rico, provincia de Puerto Rico, un 13 de diciembre de 1891, falleciendo en el triste desastre de Monte Arruit (Marruecos) el día 29 de julio de 1921, sin que hubiera aparecido su cuerpo, donde fueron masacrados más de 3.000 soldados españoles a manos de los rifeños de Abdelkrim.
Su padre, D. Félix Arenas y Escolano, capitán de Artillería, estaba destinado en Puerto Rico donde fallecería poco antes del producirse el Desastre del 98. La familia, regresaría a España, a la localidad de Molina de Aragón (Guadalajara) donde eran oriundos.
Continuando con la tradición familiar, es nombrado alumno de la Academia de Ingenieros de Guadalajara, realizando su incorporación el día 15 de septiembre de 1906 para ser promovido al empleo de 2º teniente de Ingenieros tres años más tarde de su incorporación, ascendiendo finalmente al empleo de 1º teniente de Ingenieros el 11 de julio de 1911, una vez finalizado sus estudios castrenses de cinco años de duración.
Su primer destino seria el regimiento de Pontoneros de guarnición en Guadalajara, en ese mismo año de 1911, siendo comisionado para el servicio de aerostación y alumbrado de campaña, dependiente del Cuerpo de Ingenieros y en cuyo destino realizaría varias ascensiones en globos permaneciendo en dicho Regimiento hasta ocupar un nuevo destino en la Compañía de Talleres del Material de Ingenieros, encargándose de los talleres de cerrajería y maquinas, prestando a su vez servicios en la Comandancia de Ingenieros de la plaza de Guadalajara y compaginándolo como profesor de los cursos de cabos y sargentos.
Declarado apto para el ascenso al empleo de capitán, sería nombrado alumno de la 19ª promoción de la Escuela Superior de Guerra causando baja en su unidad, en 1913.
Alcanzaría el empleo de capitán con la antigüedad y efectividad del año de 1915, siendo destinado como excedente en la 1ª Región Militar como alumno de la citada Escuela de Guerra en Madrid.
Contraería matrimonio con Dña. María Arenas Ramos, prima hermana suya, en Valencia el día 3 de agosto de 1915, con la que tuvo 5 hijos.
Finalizados los estudios superiores, realiza las primeras prácticas en el Regimiento de Cazadores, Victoria Eugenia, núm. 22 de Caballería de guarnición en Valencia.
Continúa realizando prácticas por diferentes unidades llegando al año de 1919 y con motivo de la huelga revolucionaria sucedida en todo el país, se encuentra en Valencia donde presta servicio comisionado hasta la finalización de la huelga, disponiéndose por parte del rey que se felicite a este oficial por su comportamiento.
Más tarde sería destinado a la Comandancia de Ingenieros de Melilla, teniendo el mando de la 2ª compañía de Zapadores, estando destacado en la localidad de Kandussi donde recorrería varias localidades realizando trabajos de fortificación.
Entrado el año de 1920 y regresando a Melilla después de haber entregado el mando de la compañía de Zapadores, se hace cargo de la compañía de Telégrafos de la Red Permanente de Melilla y territorios adyacentes. En este periodo asistiría a las operaciones desarrolladas con el objeto de establecer enlace entre las nuevas posiciones construidas.
Ya en 1921, como ayudante del teniente coronel de Ingenieros D. Luis Ugarte Sainz, toma parte en los diversos hechos de armas en el repliegue hacia Melilla.
El día 22 de julio se encontraba el capitán Arenas con su compañía en la posición llamada “Intermedia” en las cercanías de Annual, con intención de fortificarla pero recibe la orden de evacuación marchando a la posición de Ben Tieb y posteriormente a Dar Drius donde incorporado a la columna del general Navarro saldría al día siguiente en dirección a las posiciones de Batel y posteriormente a Titustin.
En esta posición de Titustin muestra sus dotes de mando y valor, junto con el capitán D. Jesús Aguirre Ortíz de Zárate, jefe de la 2° Compañía de Zapadores, formando una compañía de infantes e ingenieros, 80 ingenieros y más tarde 40 infantes, estableciendo la defensa de un sector del campamento desde donde se realizaba el fuego contra el enemigo.
Arenas, como más caracterizado, tomó el mando, realizando trabajos de defensa con las tropas agotadas por las marchas y por el continuo combate, levantando parapetos con accesos de desenfilada; construyendo arpilleras desde donde realizar el fuego de las armas con mayor efectividad; organizando el racionamiento de los alimentos y del agua debido a su falta, estableciendo un servicio de comunicaciones heliográficas y abriendo fosas para los cadáveres en punto inmediato a la posición bajo fuego enemigo.
En la noche del 25 al 26 de julio, realizó varias salidas fuera del parapeto con el propósito de incendiar unos empaques de paja que servían de protección al enemigo y desde donde los rifeños hacían fuego produciendo bajas en los defensores de la posición.
El capitán Aguirre formó una línea de tiradores para proteger al capitán Arenas, que junto a un cabo y un soldado, bajo fuego enemigo, transportaron ocho bidones de petróleo que iban entregando al capitán Arenas, prendiéndole fuego a la paja y a varios cadáveres que producían un hedor insoportable.
En una de estas operaciones, el capitán Arenas sufrió una herida grave por quemadura en la mano, introduciéndola en la tierra para extinguir el fuego que quemaba su ropa.
El día 28 se recibe la orden de evacuación de esta posición, saliendo todas las fuerzas, y con los pocos hombres que pudo reunir, organiza la protección de la retirada del general Navarro siendo el último que salió de la posición situándose en la retaguardia de la columna.
Una vez conseguido que la columna entrara en la posición de Monte Arruit, los capitanes Arenas y Aguirre sostenían una dura lucha contra un enemigo muy numeroso siendo rodeados los miembros de la retaguardia.
En medio del combate, el alférez Maroto cayó herido, el capitán Aguirre se lo cargó al hombro y logró entrar en Monte Arruit con el resto de su tropa. Detrás quedaba el capitán Arenas.
La batería artillera del capitán Blanco está a punto de ser capturada por el enemigo. De pronto surgió el capitán Arenas, dispuesto a defender los cañones, cayendo finalmente muerto de un disparo en la cabeza. Su cuerpo jamás se encontró. Era el día 29 de julio de 1921.
En adición a la Orden General del Ejército de Marruecos de 25 de enero de 1922, se disponía la apertura del juicio contradictorio para juzgar los meritos que hubiera podido realizar el capitán Arenas durante la retirada de Batel a Monte Arruit, siendo nombrado como Juez instructor el comandante del Regimiento África núm. 68 D. José Sánchez Ledesma.
Causaría definitivamente baja en el Ejército el 31 de julio de 1922 al transcurrir un año desde su muerte y no encontrarse el cuerpo, al objeto de abonar la pensión a su viuda.
La Orden General del Ejército de Marruecos, de 21 de agosto de 1922, publicaba los meritos realizados por el capitán Arenas para la concesión de la máxima recompensa en el campo de batalla, la Cruz Laureada de San Fernando, siendo recompensado por su heroica actuación a título póstumo concedida por Real orden de 18 de noviembre de 1924.
El día 31 de mayo de 1928, se inauguraba en Barcelona, por acuerdo expreso del Ayuntamiento de Barcelona, en las inmediaciones del Palacio de Pedralbes, de la calle Capitán Arenas, en la que se colocaría una placa en su memoria con la siguiente dedicatoria:
El Excmo. Ayuntamiento dio a esta calle el nombre del laureado capitán de Ingenieros D. Félix Arenas por su heroico comportamiento y gloriosa muerte en la campaña de Marruecos, f 29-VII-1921, estando el acto presidido por el general Despujol, en representación del capitán General de la Región, generales con mando en la plaza, primeros jefes de los Cuerpos de la guarnición, una representación del Ayuntamiento, el representante del Ayuntamiento de Molina de Aragón, D. Eduardo López Ayllón y D. Vicente Gaspar Ariza, familiar del héroe.
Al acto, formaba una compañía del 4º Regimiento de Zapadores Minadores con banda de cornetas y tambores del Regimiento.
El 5 de junio de 1928 se inauguraba en Molina de Aragón, en un acto al que asistió el Rey Alfonso XIII y parte de su Gobierno, de un busto de bronce, obra del escultor Coullaut Valera, que aún hoy puede verse en dicho pueblo.
En la ciudad de Guadalajara, donde se situa el Parque Central de Mantenimiento de Material de Ingenieros, lleva el nombre de Capitán Arenas como así mismo el Acuartelamiento del Regimiento de Ingenieros núm. 8 de guarnición en Melilla.
Al Museo de la Academia de Ingenieros (Hoyo de Manzanares-Madrid) por facilitar la información necesaria para la realización de este artículo.
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