El acuerdo deberá ratificarse en el Juzgado de lo Penal y abarca desde 1 año hasta cinco
En junio del año pasado, la rápida actuación de la UDYCO evitó que se cometiera un crimen por encargo. Estaba el arma, se había urdido un plan, existían las coartadas, se había elegido al sicario y hasta la fecha de la comisión delictiva estaba señalada en rojo en el calendario.
En cuestión de horas se procedió a la detención del frustrado autor material y de los dos intelectuales: un joven de 20 años y dos hermanos que querían vengarse de un vecino con el que las familias de ambos mantenían serias trifulcas.
Ayer, ante el Juzgado de Instrucción número 1, se selló una conformidad judicial que deberá ser ratificada ante el Juzgado de lo Penal lo antes posible, tal y como ha solicitado el Ministerio Fiscal.
En base a dicho acuerdo, a cuyo contenido ha tenido acceso El Faro, el joven M.A.E., al que los hermanos le habían encargado atentar contra la vida de un vecino por una “cantidad de dinero indeterminada”, acepta una pena de prisión de 5 años: uno por un delito de conspiración, otro por una tenencia ilícita de armas y 3 años y 1 día más, por un delito contra la salud pública, el encontrársele en la vivienda que registró la Policía casi cinco kilos de hachís.
Los dos hermanos, que en esta historia figuran como autores intelectuales, han aceptado penas de un año por conspiración para delinquir y, solo en el caso de uno de ellos, otro año más por tenencia ilícita de armas (en la investigación figura que fue quien le entregó la pistola al que debía ejecutar el crimen).
Este acuerdo alcanzado entre las partes y Fiscalía es el que se llevará al Juzgado de lo Penal para que sea ratificado, debiendo disponerse fecha para la celebración de lo que solo será simplemente un trámite de aceptación de la pena ante la magistrada competente. Desde que fueron detenidos por la Policía Nacional, los tres acusados están presos preventivos en cárceles peninsulares.
El acuerdo entre las partes evitará la celebración del juicio al fijarse una conformidad
La UDYCO dio con ellos mientras investigaba otro delito: el de las quemas provocadas de propiedades de agentes de esta unidad o de sus familiares, topándose en las intervenciones telefónicas con que se estaba preparando un atentado con uso de instrumento peligroso.
A contrarreloj se fueron desencadenando las detenciones mientras se avanzaba en las investigaciones para saber el papel que le tocaba desempeñar a cada sospechoso antes de tener una víctima.
De ahí se llegó a la conclusión de que los hermanos A.M.H. y M.CH.M.H. se habían concertado para urdir un plan que pasaba por amedrentar y lesionar a un vecino con el que tanto ellos como sus familias respectivas tenían importantes problemas.
Contactaron con el joven que debía ejercer de particular sicario y materializar el plan, que fue detenido por la UDYCO nada más desembarcar. En su casa encontraron no solo una pistola Browning, 9 milímetros parabellum, sino 4 kilos y medio de hachís.