Alrededor de 100 personas, entre cofrades, feligreses y vecinos, colaboraron en la recuperación y limpieza de los enseres
A escasas dos semanas de su salida procesional, la Hermandad de la Amargura ha sufrido un duro revés del que poco a poco se va recuperando, pero que no por ello ha sido menos dramático para los hermanos de esta Cofradía.
El incendio del pasado domingo podía haberse convertido en una tragedia mayor de no ser por la presencia de algunos de los miembros de la Junta.
“Estábamos aquí ultimando el paso de misterio y de la Virgen y vimos que salía humo de la Secretaría. Afortunadamente teníamos los extintores a mano y conseguimos apagarlo, pero el humo era insoportable. La Hermandad ha vuelto a nacer”, explica el hermano mayor de 'La Amargura', Jesús Rey.
La rápida intervención de los hermanos ante lo que al parecer pudo deberse a un problema eléctrico impidió que el incendio fuera a mayores hasta la llegada de los bomberos.
Pérdida del manto de la Virgen
Pero sin embargo fue inevitable que el fuego afectara a uno de los mayores tesoros de 'La Amargura': el manto de la Virgen. “La pérdida ha sido económica, pero sobre todo sentimental porque tiene muchos años y lo donaron con mucha ilusión”.
La Cofradía ha tenido que decir adiós al manto procesional, pero ya tienen la alternativa para que la Virgen de la Amargura vuelva a la calle esta Semana Santa arropada por todos sus fieles. “Es un manto más sencillo que sólo está bordado alrededor, pero bueno este año saldrá con este y el que viene ya veremos”.
El incendio echó por tierra horas de trabajo para dejar todo preparado de cara al Miércoles Santo. Días de limpieza de los enseres que el domingo quedaron cubiertos de una capa de hollín y del que tampoco se libraron los pasos de los dos titulares.
Sin embargo, la colaboración ciudadana fue fundamental para que todo volviera a estar listo apenas un día después de la tragedia. “Hay que dar las gracias a la colaboración que tuvimos. Aquí llegaron a reunirse unas 100 personas para ayuda: hermanos de la Pollinica, del Valle, el Rocío, feligreses y vecinos. Todos se volcaron y en muy poco tiempo conseguimos dejarlo limpio otra vez”, comenta Rey.
Esta colaboración también fue esencial en el traslado de dichos enseres hasta la iglesia de San Juan de Dios, donde permanecerán hasta que termine de recuperarse las dependencias quemadas.
La adversidad ha golpeado con fuerza a esta Hermandad que, sin embargo, no ha podido con el ánimo de sus integrantes. “Esto no va a poder con nosotros, tenemos que tirar y ellos van a procesionar, si el tiempo lo permite, como se merecen y ya el año que viene veremos”.
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